Pontevedra recicla cada vez más. Esta es una de las conclusiones que se extrae de los datos sobre recogida selectiva de basura del pasado verano. El servicio municipal, que gestiona la empresa Ferrovial Servicios (la antigua Cespa), retiró 232 toneladas de papel y cartón, 190 de vidrio y 160 de envases plásticos, lo que supone un 30% más que durante el mismo período de 2018, cuando las cifras fueron menores: 154, 126 y 122 toneladas, respectivamente.
Esta subida responde, en parte, al incremento turístico que la capital de las Rías Baixas ha experimentado este año. La mayor presión poblacional y el repunte de las actividades vinculadas a la hostelería provocaron imágenes polémicas de contenedores llenos de basura en el casco histórico, un asunto que provocó las quejas de los comericantes de la zona monumental y las denuncias del PP, que reclamó una intervención al considerar que el servicio no estaba a la altura. La plantilla de Ferrovial Servicios (la antigua Cespa), la adjudicataria, reconoció que el contrato firmado en 1999 no se había adaptado al crecimiento de Pontevedra.
La concesión de las basuras finalizó en 2011. Desde entonces se han firmado cuatro prórrogas del contrato. En la primera moratoria, la compañía aceptó como mejora la puesta en marcha del primer punto limpio de la ciudad, que situó en el polígono de O Campiño. En las dos siguientes no se produjo ninguna variación.
El servicio se ha prorrogado hasta en cuatro ocasiones
La última ampliación de la concesión, que se firmó en 2018, sí tuvo contrapartidas. Ferrovial se comprometió a comprar 515 nuevos contenedores: 122 para la fracción de resto, 188 para papel y cartón, 75 para envases y 130 para vidrio. También renovó parte de su flota con la adquisición de dos vehículos recolectores de carga lateral, un camión con gancho y grúa, un furgón hidrolimpiador, dos barredoras para aceras, una para calzada y dos baldeadoras.
La prórroga en vigor del servicio de basuras ha dado más tiempo al Concello para encajar el sistema de compostaje en el futuro contrato, en el que se hará obligatorio el reciclaje de restos de comida en todo el municipio. La Unión Europea obliga a que los biorresiduos se recojan por separado o en origen antes del 31 de diciembre de 2023.
Ferrovial cuenta con una plantilla de 125 empleados que se encargan del servicio de recogida de basura y limpieza vial de Pontevedra. El contrato también incluye campañas de desratización y desinfección y la limpieza de dependencias municipales. El servicio cuenta cuesta 5,9 millones de euros al año.
El Gobierno local sustituyó 15 contenedores rotos o en mal estado de la zona vieja a lo largo del mes de octubre. Además, el Concello tiene en marcha una campaña de sensibilización para fomentar el reciclaje de basura.
