Pontevedra recupera la ilusión taurina

Tras dos años sin festejos la plaza de San Roque vivirá dos tardes de tronío con la presencia de figuras del toreo como El Juli, Manzanares o Morante De la Puebla y la expectación por el estreno de la sensación del momento, Tomás Rufo
Presentación del cartel de las dos corridas de toros que se celebrarán en Pontevedra durante La Peregrina. GONZALO GARCÍA
photo_camera Presentación del cartel de las dos corridas de toros que se celebrarán en Pontevedra durante La Peregrina. GONZALO GARCÍA

Llegó a Pontevedra la familia Lozano, que es como decir el sacrosanto secreto del toreo en este país y llegaron los toros. Eduardo Lozano, José Luis Lozano y Pablo Lozano, acompañados por el imprescindible Servando Rodríguez, entraron en el Hotel Rías Bajas, como esas cuadrillas de antaño que llegaban a provincias con el firme propósito de lograr el triunfo. En este caso de crear la ilusión necesaria para recuperar una serie de sensaciones perdidas durante la peste que nos ha asolado de manera durísima durante los últimos años. Toca cambiar de tercio, generar expectativas y concederle a la última plaza de toros de Galicia, y a su inmarchitable afición, ese destello luminoso que provoca el sol al incidir en los alamares de los toreros de a pie. Y la empresa no defraudó.

Tomó la palabra José Luis Lozano, ausente de la ciudad del Lérez durante muchos, demasiados años, el eterno apoderado de Palomo Linares. Leyenda. Y quién destiló el cartel de las dos tardes de toros que vivirá Pontevedra en el fin de semana grande de sus fiestas. Sin restricciones, sin limitaciones, con el deseo de cobrarle una vuelta grande a la vida, la afición podrá recuperar esa conexión emocional con lo que sucede en el redondel mágico. Imposible de explicarse, menos aún de entenderse. José Luis Lozano no dudó en señalar la importancia de Pontevedra en el contexto taurino gallego, una suerte de firme resistencia contra el paso del tiempo y casi contra la lógica, pero Pontevedra es así, atemporal, como la escribiera Torrente Ballester, mítica en sus hechuras y ahí la lucha del hombre contra el minotauro no deja de tener sentido.

Dos espectaculares corridas de toros conforman este miniciclo de la recuperación. El sábado 13 dos enormes toreros, Julián López El Juli y José María Manzares, habituales también en esta plaza en los últimos años, compartirán cartel con la sensación del momento, Tomás Rufo, que hará el paseíllo montera en mano. Talaverano de nacimiento, un 8 de julio de 1999, tomó la alternativa el pasado mes de septiembre en Valladolid con El Juli como padrino y Manzanares como testigo. ¡Albricias! Sí, se repite la terna del alumbramiento y la empresa lo remata con el mismo hierro, Garcigrande, cuya presencia es una de las novedades de este ciclo, al ser una ganadería poco habitual en Pontevedra. Y digo alumbramiento porque su llegada al firmamento taurino este año se ha revelado como una firme luz, como, sin apenas ejercer de novillero, su toreo se ha colocado hombro con hombro con el de las grandes figuras, y este cartel así lo confirma.

Al día siguiente, día grande en Pontevedra, el de la patrona de la provincia, la Virgen Peregrina, el cartel, con toros de Alcurrucén, estará formado por Morante De la Puebla, David Fandila El Fandi y Roca Rey. Una terna atractiva desde diferentes factores, por un lado por saber si será el día del si del genio De la Puebla. Esto es, del si es capaz de convertir el tiempo en un espejismo que una su figura con la de la bestia en una de esas danzas que solo él es quien de lograr, de si es quien de alargar esos pases como si tuviese un brazo biónico y de si es capaz de conectar con los tendidos de una manera que solo José Tomás, que en gloria esté, es capaz de lograr en el orbe taurino. Junto a él, El Fandi, perfecto para el día de fiesta, para el batir humeante de palmas y las olas descontroladas, despreciando la liturgia del toreo. ¡Pero tenemos tantas ganas! Y de cierre, el peruano Roca Rey, antes de la pandemia el terremoto que llegó del otro lado y que fue decayendo de manera preocupante. Pero un señor torero y que este año parece mucho más centrado y consciente de sus posibilidades.

Dos carteles, por lo tanto, de esos que los taurinos definen como "muy rematados", integrados por figuras y por esperanzas, que, al fin y al cabo, es lo que se necesita para lograr ese justo equilibrio que propugnaron los griegos y al cual deberíamos acogernos siempre en cualquier ámbito de la vida. Carteles de ferias de primera y que llegan a Pontevedra con la idea de enganchar a ese aficionado de brazos caídos, de esperanzas endebles en llegar a este punto en el que Pontevedra hiciese honor a su tradición y recuperase con las corridas de toros la hilazón con su historia.

Posó el clan Lozano y Servando junto a la reproducción del cartel realizado en exclusiva para la ocasión por Diego Ramos, con Morante apretando los riñones y el deseo de reafirmar la presencia del público en la plaza con ya, en palabras de Pablo Lozano, diez años sin incrementar el precio de las entradas y con el fomento de la Grada Joven, en la que el público de entre 12 y 24 años podrá acceder a los festejos por 15 euros. 

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