Últimas horas del mes del ayuno

Pontevedra también vive el mes del Ramadán, que agota sus últimas horas

La comunidad islámica de la ciudad del Lérez celebró el viernes la ‘noche del Destino’ o ‘de la revelación’, una velada de oración que conmemora el día en que el Corán fue revelado por primera vez a Mahoma. Esta fecha marca un hito en el final del Ramadán, un mes de ayuno que agota sus últimas horas
En fila, con los pies alineados y los brazos cruzados. Así inician la oración en la Mezquita de Pontevedra
photo_camera En fila, con los pies alineados y los brazos cruzados. Así inician la oración en la Mezquita de Pontevedra

La comunidad islámica de Pontevedra se prepara para despedir el mes más especial de esta religión: el Ramadán. Unas fechas señaladas en el calendario del Islam que, a ojos de quienes no practican esta religión, resultan tremendamente complicadas, al tener como uno de sus pilares el ayuno completo de los adultos sanos desde que sale el sol hasta que se pone.

El calendario del Islam se divide en meses lunares y va oscilando a lo largo de los 365 días del año, motivo por el que el mes sagrado no coincide en ninguna fecha concreta, sino al inicio del noveno mes lunar. En este 2016, el Ramadán cayó en junio, un mes templado, en el que es ligeramente más fácil de cumplir el precepto de la abstinencia que en julio o agosto. A pesar de ello, el equinocio de verano, con su ‘techo’ de horas de luz diarias, es una dificultad añadida para este proceso. "El ayuno empieza al salir el sol y se acaba a las 22.17 horas. La hora final se va adelantando unos minutos en las últimas semanas", dice Fátima Mibda de la Asociación de Jóvenes Musulmanas de Pontevedra.

En ese periodo de tiempo, nada que tenga que ver con el estómago debe distraer a los pontevedreses que siguen el Corán de su principal cometido en este mes: la adoración, la oración y la expiación de sus faltas. Esto, que en un primer momento suena poco sugerente, se transforma en el ‘leit motiv’ de una celebración que los integrantes del Islam viven como un gran festejo. "Es la fiesta de la familia, del perdón, de las buenas obras. Es un momento para fomentar las reuniones, compartir y ayudar al que lo necesita. Siempre se intercambian comidas especiales, se reúnen las familias y grupos de amigos, y se colabora. En la mezquita de Vigo hay un comedor y se celebra la rotura del ayuno con los que tienen menos", explica Fátima, que sonríe cuando le preguntan si es un sacrificio. "Para nada te cuesta estar sin comer. Claro que te cansas, pero una vez que comprendes el sentido y que sientes los beneficios del ayuno, lo que sucede es lo contrario. Llegan estos días y ya te está dando pena que se acabe". Este ayuno no es universal: no lo practican las embarazadas, las menstruantes, las mujeres que lactan a bebés, los niños, los mayores débiles o enfermos.

LAYLAT AL-QADR. En la recta final del mes del ayuno se enmarca la celebración de viernes pasado: la Noche de la Revelación, o la Noche del destino. Un día para recordar la revelación de las escrituras al profeta en el que se recita el Corán. En Pontevedra se reunieron decenas de personas para esta oración colectiva, que se inició después de la ‘rotura del ayuno’ (el momento en que se puede comer por primera vez). Las oraciones se iban a prolongar hasta las cuatro de la madrugada, rotas apenas por unos minutos de descanso, en los que compartir té o bebidas dulces.

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