En Pontevedra hay menos terrazas. El censo oficial facilitado por el Concello revela que la ciudad tiene en la actualidad 1.872 veladores, 21 menos con respecto a 2019. La cifra confirma el descenso del número de mesas de la hostelería por segundo año consecutivo. En 2018, el padrón municipal registraba 1.907.
A pesar del bajón, el negocio del terraceo se mantiene en valores muy similares a los del pasado ejercicio si se tienen en cuenta las restricciones derivadas de la pandemia del coronavirus. La incidencia del virus obligó a la Xunta a restringir el aforo de las terrazas al 75%. Pero la medida pudo contrarrestarse en algunos establecimientos que disponían de más espacio para colocar sus mesas.
El Concello permitió a muchos bares y cafeterías colocar veladores en espacios públicos que hasta entonces no podían ocupar. Fue la respuesta municipal para tratar de minorar el impacto de la crisis en el sector, que reclama una mayor flexibilidad de la ordenanza que regula estas instalaciones. La otra conllevó la rebaja de la tasa de veladores a los locales que no pudieron abrir durante el confinamiento.
El número de locales con este servicio pasó de 299 a 300
La Concellería de Espazos Públicos, que dirige Eva Villaverde, no contempla, sin embargo, la posibilidad de hacer excepciones en la normativa ahora que llega la temporada de lluvia. Sobre todo en cuestiones que tengan que ver con toldos u otros elementos que supongan el cierre frontal o lateral del espacio abierto. El reglamento de veladores lo prohíbe expresamente desde su entrada en vigor en 2018 por cuestiones estéticas.
NORMAS. La ordenanza, que obliga a dejar un itinerario peatonal entre las mesas y la línea de fachada y a convertir la terraza en "detectable para as persoas con dificultade visual", tampoco permite la publicidad, las pizarras con el menú o cualquier tipo de carteles o paneles informativos fuera de los locales, así como las marcas empresariales en mesas y sillas. Esta situación no se cumple en todos los casos.
La ambientación musical, los futbolines y elementos "perturbadores do descanso" también están prohibidos en la normativa, que por primera vez prevé un régimen de sanciones con multas que van de los 300 a los 3.000 euros, según la gravedad.
Las restricciones ocasionadas por la covid también han obligado a variar el horario de los negocios de hostelería, que tienen que estar cerrados a la una de la madrugada. Hasta ahora, los veladores tenían permiso para instalarse hasta las 2.00 horas en verano y hasta la 1.30 horas el resto del año.
Aunque el número de veladores ha descendido de forma sensible, el de locales con este servicio ha pasado de 299 a 300 en el último año.
