Pontevedra tiene siete grandes edificios en desuso

Las administraciones públicas y las órdenes religiosas tienen pendiente el rescate de edificios tan emblemáticos como la vieja sede de Hacienda, el Pazo de Lourizán, el antiguo Asilo de Ancianos o el convento de Santa Clara
Convento de Santa Clara. RAFA FARIÑA
photo_camera Convento de Santa Clara. RAFA FARIÑA
La ciudad de Pontevedra tiene siete grandes edificios cerrados, en desuso o pendientes de rehabilitar. Cinco de ellos son públicos y otros dos están en manos de órdenes religiosas, de carácter privado.

El Concello tiene en estado de semiabandono la Casa Consistorial, cuya primera planta lleva una década cerrada. En la actualidad solo se utiliza la parte de abajo. La oficina de turismo ocupa la entrada al inmueble, los servicios técnicos trabajan en los laterales y el Arquivo Municipal mantiene su sede en el semisótano.

La Administración local dará una nueva vida a la antigua residencia de la Once en Campolongo. El Centro Sur, que así se llama ahora la instalación, es de titularidad municipal desde 2002. En ella tienen su sede varias entidades, como la Asociación de Veciños Salcedo Norte, Amigos de Campolongo, la Coral Polifónica, o el Fondo Galego de Cooperación, que se mudaron a este edificio una mejoras valoradas en 200.000 euros.

El Centro Sur se abrirá a otros usos gracias a una inversión municipal de más de 1,54 millones de euros. El objetivo es que allí se abra una residencia para personas con parálisis cerebral, cuyos trabajos se licitarán en 2021, y un centro de día para personas con movilidad reducida.

inmuebles. El Gobierno central también tiene pendiente la reapertura de la vieja sede de Hacienda, situada en la Praza de Ourense. El inmueble, cerrado desde 2010, ha pasado a manos del Ministerio de Cultura, que planea trasladar allí el Archivo Histórico Provincial del paseo de Colón. El Estado rescatará además las viviendas militares de Rosalía de Castro, en Mollavao. La primera fase de su rehabilitación ya se ha adjudicado.

El Pazo de Lourizán, que data del siglo XIX, sigue enfrentando a Deputación y Xunta. El Gobierno gallego es el titular de la instalación después de que en 1991 se formalizase la cesión por parte de la institución provincial. La vigencia de este traspaso finalizará en 2021.

El convento de Santa Clara, cerrado en 2017 por la Orden de las Clarisas, está pendiente de compra por parte del Concello y el viejo Asilo de Loureiro Crespo sigue sin actividad tras su clausura en 2012 por parte de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.