El Instituto Nacional de Estadística acaba de publicar la foto del empleo en Pontevedra. De los 82.828 ciudadanos censados en la Boa Vila, 53.096 están en edad de trabajar, es decir, tienen entre 16 y 65 años de edad. Y de estos, estan dados de alta como trabajadores activos el 57,18%. Es decir, casi 43 de cada cien personas que deberían estar trabajando de manera activa no lo hacen en la actualidad.
El mapa de los trabajadores en activo de Pontevedra incluye a día de hoy 30.363 personas afiliadas a la Seguridad Social. De ellas 23.605 lo están en el régimen general. Otras 5.267 son autónomos y 1.132 están apuntados como empleados de hogar.
En un estrato absolutamente minoritario, 392 personas aparecen afiliadas a la Seguridad Social en el régimen del mar y únicamente 22 están en el epígrafe de la agricultura.
La pregunta, después de analizar los datos facilitados por el Instituto nacional de estadística, es si este panorama está mejorando la situación existente antes del estallido de la pandemia o si la Boa Vila ha empeorado su situación en estos últimos tres años. Y la respuesta, siempre de acuerdo con la estadística pública oficial, es que a día de hoy hay 632 trabajadores en activo más que en el mismo mes del año 2019, el último sin que la pandemia lo alterase todo en España.
Comparado con el resto de las grandes ciudades de Galicia. El dato desprende un optimismo moderado. En Vigo, el número de altas activas en la seguridad social es hoy 1.607 efectivos superior al registrado antes del inicio de la pandemia.
El dato en Coruña es, sin lugar, a dudas, el más espectacular de Galicia. La ciudad herculina cuenta hoy con 10.130 trabajadores en activo más que en 2019. Santiago de Compostela es otra de las ciudades que salen bien paradas en las cifras oficiales. En la capital de Galicia existen en la actualidad 1.343 trabajadores más en activo que al principio del año 2019.
Lugo y Orense, por contra, presentan datos sensiblemente peores que los de Pontevedra. En Lugo, el crecimiento durante este tiempo se limita a 355 trabajadores más, y en Ourense el número apenas sube hoy de los 200 afiliados a la Seguridad Social más que antes de que el virus de la covid-19 echase abajo toda lógica en la estadística.
El caso más sangrante de Galicia está, una vez más, en Ferrol. En la ciudad departamental existen 403 altas a la Seguridad Social menos que a comienzos del año 2019.
Al profundizar en el análisis pormenorizado de los datos en el caso de Pontevedra, resulta fácil comprobar como el crecimiento real está anotado prácticamente al completo en el régimen general. Es decir, en los trabajadores contratados o bien por empresas e industrias, o bien por las administraciones públicas.
En este apartado se observan 665 personas más en estos momentos de alta laboral con respecto al principio del año 2019. El número es mayor al crecimiento total experimentado durante este tiempo en la ciudad.
Y la explicación está en la caída que han sufrido el régimen de los empleados del hogar durante este tiempo. Hoy existen, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, 55 personas menos anotadas en la Seguridad Social como empleados de hogar que en enero del año 19.
Del mismo modo, el número de empleados relacionados con el mar, cayó en un efectivo, mientras que los empleados agrarios han subido exactamente en la misma proporción.
