La presión fiscal en materia de bienes inmuebles es menor en Pontevedra que en otros puntos de España. Así lo pone de manifiesto el último ranking tributario realizado por la Comunidad de Madrid, que revela que la Boa Vila tiene uno de los recibos del IBI más baratos del país. El informe sitúa a Pontevedra como la undécima capital provincial con la factura de la contribución más barata en el año 2017.
El estudio, que compara las cuotas de este impuesto entre las 52 capitales españolas, desvela que Pontevedra cobra una media de 69,92 euros en concepto de IBI. Solo Palma, Ceuta, Lugo , Palencia, Girona, A Coruña (se incluye como capital de provincia), San Sebastián, Bilbao, Vitoria y Pamplona tienen mejores resultados.
El Gobierno local espera percibir a lo largo de este ejercicio 18.427.347,89 euros a través de estos recibos
La contribución es uno de los impuestos que más dinero genera en las arcas públicas pontevedresas. De hecho, casi cuatro de cada diez euros que entran en el Concello a través de sus ordenanzas fiscales proceden del IBI.
El Gobierno local espera percibir a lo largo de este ejercicio 18.427.347,89 euros a través de estos recibos, aunque no lo tendrá fácil. El principal motivo es la elevada morosidad en este impuesto. Su impago supera en el municipio supera el 16%. De hecho, hasta la fecha, el Concello solo ha logrado cobrar 15.405.975,08 euros de IBI.
Esta situación ha llevado a la empresa de recaudación a iniciar el cobro por la vía ejecutiva.
CATASTRO. El Ejecutivo nacionalista ha impulsado en los últimos años varias campañas de revisión del Impuesto de Bienes Inmuebles. La que llevó a cabo entre 2012 y 2016 se cerró con 1.849 altas de edificios que hasta entonces no pagaban la contribución. También se detectó 1.490 rehabilitaciones de viviendas que también habían burlado al fisco local
Las inspecciones de este tipo no son solo patrimonio municipal. La Dirección General del Catastro inició el año pasado una inspección de inmuebles en el municipio. El organismo estatal revisó por tierra y aire las construcciones que hasta ahora no pagaban IBI en Pontevedra, como piscinas o galpones.
Los afectados tendrán que pagar 60 euros por cada instalación sin declarar y empezar a abonar el correspondiente impuesto. La regularización estatal, que debería haber rematado el pasado mes de noviembre, afectó a 19 localidades de la provincia.
