El balance de criminalidad correspondiente al tercer trimestre del año, que presentó la pasada semana el Ministerio del Interior, deja un dato alentador para la provincia pontevedresa, al ser la única de Galicia en la que descienden los robos con violencia en las viviendas.
La estadística, concretamente, refiere una leve caída a nivel nacional del 0,4%, porcentaje que en Galicia se eleva hasta el -2,3% gracias a las buenas cifras presentadas por Pontevedra, donde este tipo de delitos bajaron un 17,6%. Un dato que contrasta con el incremento registrado en las otras tres provincias: Ourense (19,8%), Lugo (12,4%) y A Coruña (2,3%).
La Unión Cerrajeros de Seguridad (Uces) ha celebrado estas cifras al reflejar una mayor seguridad en los domicilios, al tiempo que alerta de la fragilidad que todavía presentan muchas puertas. "Muchos de los robos se están produciendo con técnicas como el bumping, que no dejan huella aparente, los cacos no hacen ruido y en el 80% de las cerraduras es una técnica que abre las puertas en segundos", afirma Manuel Sánchez, presidente del colectivo.
En este sentido, recuerda la vieja reclamación del sector de promover un plan renove de cerraduras, que lograría disminuir un 40% el número de robos al instalar cerraduras anti-bumping. "Por lo mismo que cuesta un móvil de gama media, unos 300 euros, podemos asegurar nuestra casa con un cilindro anti-bumping", concluye Sánchez.
Otra de las categorías penales que aumenta en comparación con el pasado año son las agresiones sexuales con penetración (un 33%) y los delitos contra la libertad sexual (un 23,5%)
En cuanto al resto de apartados delictivos a nivel provincial, destaca la reducción en un 54% de los intentos de homicidio, que pasaron de once entre enero y septiembre de 2020 a cinco en lo que llevamos de año. También bajan los robos con violencia e intimidación (un 16%), el robo de vehículos (un 18%), los asaltos a comercios (un 31%) y el tráfico de drogas a pequeña y mediana escala (un 10%).
MÁS DROGA. Curiosamente, esta tendencia provincial contrasta con la estadística mostrada por la capital, donde los delitos por narcotráfico casi se han triplicado, debido, en gran parte, a una mayor presión policial. Así, se han pasado de los once casos contabilizados en 2020 a los 37 apuntados hasta septiembre. El avance en la lucha contra la pandemia y el repunte del ocio nocturno justifican parte de este notable crecimiento.
Otra de las categorías penales que aumenta en comparación con el pasado año son las agresiones sexuales con penetración (un 33%) y los delitos contra la libertad sexual (un 23,5%).
En el otro lado de la balanza, manteniendo la tendencia provincial, caen sensiblemente los robos en viviendas (un 25,5%), los asaltos a comercios (un 27,6%), los atracos con violencia e intimidación (un 35,3%) y la sustración de vehículos (un 40%).
Otro de los municipios incluidos en el balance de Interior es Marín, donde la delincuencia creció en todos los apartados salvo en el robo de vehículos, que bajó un 40%. Los repuntes más significativos se corresponden con los delitos contra la libertad sexual, que se duplicaron.
