Pontevedra, única provincia gallega en la que sube el precio de los alquileres en julio

El precio medio de un piso se sitúa en 778 euros al mes en la provincia y en 615 euros en la ciudad del Lérez
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photo_camera Familia observando anuncios de pisos en una inmobliaria. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

La provincia de Pontevedra fue la única de Galicia que incrementó el precio del alquiler en el mes de julio mientras que en las demás desciende ligeramente, según el informe semestral de precios de alquiler del portal Pisos.com.

En concreto, el coste de los alquileres se incrementó un 0,96% con respecto a junio pese a que el precio este tipo de rentas se reduce un 4,28% en Galicia en un mes. Las inmobiliarias atribuyen esta subida a la reducida oferta y al crecimiento de la demanda.

El precio medio de alquiler en julio en la provincia, según el informe, se fijó en 778 euros, mientras que en la Boa Vila la cifra baja hasta los 615 euros. Sin embargo, esta cantidad es superior que el precio medio de alquiler en Galicia, registrado en julio en 579 euros.

Así, la provincia se conforma como la más cara en julio para alquilar, seguida de A Coruña con 566 euros, Ourense con 480 y Lugo con 435. Si nos centramos en las capitales de provincia, el alquiler de la ciudad de Pontevedra solo es superado por los 704 euros que cuesta, de media, alquiler un piso en A Coruña capital.

En lo referente a la variación de precio con respecto al año pasado, el incremento del precio de alquiler en la provincia es de un 8,75% comparado con julio de 2019 y de un 2,47% en la ciudad. Aunque la cifra es alta, en primer lugar se encuentra la provincia de A Coruña con un incremento del 10% en un año. Por otra parte, la provincia de Lugo desciende un 4,8% en un año y la de Ourense un 1%.

Las previsiones para el mercado no son muy claras ante la crisis económica

El director de Estudios de Pisos.com, Ferran Font, señaló que "las rentas de alquiler en España continúan recortándose, aunque todavía hay localizaciones donde la presión de los precios es muy fuerte". Es el caso de la provincia pontevedresa.

Para el experto, las previsiones no son muy claras porque entran en juego dos variables contrapuestas. Por un lado, las mensualidades se podrían ajustar debido a la dificultad de pago de las familias más afectadas por la crisis sanitaria.

Por otra parte, declara que "el mercado de arrendamiento va a crecer en número de inquilinos, puesto que muchos compradores están retrasando su decisión ante una situación laboral que podría complicarse".

Las inmobiliarias de la ciudad también respaldan esta última idea, ya que "mucha gente decide alquilar y no comprar por la situación económica actual tras el confinamiento".

Desde la agencia Inmoponte destacan también que ante la incertidumbre económica, los propietarios prefieren vender en vez de alquilar. Su principal motivo es "el miedo a que los inquilinos se queden sin empleo y no puedan pagar". Esta preferencia por la venta es fundamental para comprender la subida de los precios del alquiler, motivada por la falta de inmuebles dedicados al arrendamiento.

El teletrabajo y el confinamiento influyen en las preferencias de quienes buscan vivienda

CAMBIOS EN LA DEMANDA. Este mismo informe apunta al trasvase de alquiler turístico a residencial. La primera consecuencia sería el incremento de la oferta y la relajación de la tensión en el precio de alquiler.

Lo cierto es que el teletrabajo y el confinamiento han repercutido en las preferencias de aquellos que buscan alquilar un piso. Precisamente, las inmobiliarias constatan un incremento de la demanda tras la situación del coronavirus contrastando con una bajada de la oferta de inmuebles.

Tras el confinamiento, la terraza se ha convertido en una condición esencial para los buscadores de pisos. El teletrabajo también está fomentando el alquiler de pisos con más habitaciones. Son muchos los que procuran tener su espacio propio para poder trabajar en casa.

Otro de los efectos es optar por el alquiler de pisos con más superficie. La media de la provincia se sitúa en 102 metros cuadrados y 89 en la ciudad de Pontevedra. Esta cifra solo es igualada en la provincia de A Coruña. Así y a todo, se prevé que la superficie demandada vaya en aumento a causa de la incertidumbre de la pandemia.

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