Pontevedra, Vitoria, Sevilla y Madrid, ejemplos de lucha contra la polución

El 'Observatorio de salud y medio ambiente' incluye medidas anticontaminación aplicadas en la Boa Vila como "modelos a seguir"

Señal del Metrominuto de Pontevedra, en las inmediaciones de la Praza da Peregrina. RAFA FARIÑA
photo_camera Señal del Metrominuto de Pontevedra, en las inmediaciones de la Praza da Peregrina. RAFA FARIÑA

La Boa Vila es una de las cuatro ciudades españolas que el Observatorio de salud y medio ambiente pone como "ejemplo a seguir" para mejorar la calidad del aire.

Además de Pontevedra el informe recoge las medidas puestas en marcha en Vitoria-Gasteiz, Sevilla y Madrid.

El observatorio en el que participan de DKV Seguros y la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES) tiene como objetivo el estudio y análisis de las últimas investigaciones realizadas en materia de salud y medio ambiente.

Pontevedra: el concepto de tráfico evaporado

El estudio pone de manifiesto que el modelo de ciudad implantado en Pontevedra, en el que se da prioridad al peatón por delante de los coches, ha servido para mejorar la calidad del aire en el casco urbano.

La apuesta por la peatonalización y, por lo tanto, por el concepto de tráfico evaporado o tráfico desaparecido, sirvió para que de los 74.000 vehículos que accedían diariamente al centro de la ciudad en 1996 a día de hoy sólo circulen 22.709, según datos de 2014.

Este objetivo fue posible al implementar el Concello una serie de medidas, entre ellas, ampliar el espacio de calles y plazas para los peatones, reducir la velocidad a 30 km/h., eliminar el tráfico de paso y el pesado en zonas residenciales, limitar el estacionamiento en la ciudad, creando aparcamientos disuasorios y gratuitos en la periferia

Además, Pontevedra puso en marcha campañas para incentivar a caminar en la ciudad como el Metrominuto, un mapa con los tiempos aproximados para moverse caminando y que ha sido copiado por otras muchas ciudades.

Vitoria-Gasteiz: el cambio de jerarquía en la ciudad

La que fuera designada Capital Verde Europea en 2012 constituye un modelo ambiental por muchos motivos, como el anillo verde de 727 hectáreas que rodea la ciudad, aunque destaca por ser una de las urbes españolas más avanzadas en movilidad, mejorando el transporte urbano y favoreciendo el uso de la bicicleta.

Entre las medidas adoptadas el ayuntamiento introduce en la ciudad el concepto de supermanzana que no se desarrolló en su totalidad y se restringe la circulación del vehículo de paso, permitiendo el acceso de vehículos de residentes, carga y descarga, emergencias y servicios.

Al mismo tiempo, se ponen en marcha aparcamientos periféricos conectados con la red de transporte público.

El uso de la bici se incrementó en apenas ocho años, de 2006 a 2014, un 9%, del 3% al 12%.

Sevilla: 70.000 viajes diarios en bicicleta

Otra de las ciudades que el observatorio pone como ejemplo es la capital andaluza. La apuesta del ayuntamiento por el uso de la bicicleta propició que de los 12.00 viajes diarios que se realizaban se pasase en cinco años, de 2006 a 2011, a 70.000, alcanzando un 6% del conjunto de desplazamientos en cualquier modalidad.

En el éxito de esta iniciativa influyó el aumento de las re de vías ciclistas, que fue creciendo y mejorándose en distintas fases hasta alcanzar los 180 kilómetros.

De cara a 2020 el ayuntamiento de Sevilla se ha fijado como objetivo llegar a los 115.000 viajes diarios en bici.

Madrid: la reacción ante episodios de contaminación

Madrid aparece como uno de los ejemplos en el Observatorio de salud y Medio Ambiente no por su calidad del aire si no por experiencia en responde a episodios de exceso de contaminación.

El ayuntamiento ha diseñado un nuevo protocolo de actuación para episodios de contaminación por concentración de dióxido de nitrógeno (NO2) que limita la circulación en función de las pegatinas ambientales emitidas por la Dirección General de Tráfico (DGT) para los vehículos.

Dependiendo de las circunstancias el protocolo restringe la circulación a los vehículos sin etiqueta (todos los de motor gasolina anteriores al año 2000 y los diésel anteriores a 2006) y si fuese necesario se limitaría a los que tengan la pegatina B y C, favoveciendo a los que tengan etiqueta cero o eco (eléctricos, híbridos enchufables, híbridos, vehículos propulsados por gas natural o gas licuado.

Además, el pasado mes de noviembre ha puesto en marcha en el conocido distrito Centro, Madrid Central, una zona de bajas emisiones en las que se favorece al peatón, la bicicleta y el transporte público a lo largo de 472 hectáreas.

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