El Taller Antonio Pintos, situado en la parroquia de Mourente, en Pontevedra, que este martes fue registrado por la Policía Nacional, se desvincula de la trama internacional del tráfico ilícito de vehículos.
A través de una publicación en su cuenta de Facebook horas después del registro, este negocio compromete "colaboración" a las autoridades españolas y portuguesas y asegura que los coches, adquiridos "a través de un proveedor" en 2020, estaban "matriculados legalmente en España y, aparentemente, no ofrecían desconfianza de ningún tipo" sobre su origen ilícito.
"Ni la Jefatura de Tráfico en España ni tampoco los servicios oficiales de las respectivas marcas alertaron de ninguna incidencia", añade esta publicación, firmada por el gerente del taller, Antonio Pintos Herves.
Así, asegura que fue "posteriormente", tras ser vendidos estos vehículos por su empresa a distintos particulares y otras compañías, cuando "se descubrió que podían haber sido sustraídos" en Portugal.
Con todo, este taller pontevedrés insiste en que todas las transacciones "están perfectamente documentadas con facturas de compra y de venta, se realizaron siempre mediante transferencia bancaria y figuran asentadas" en su contabilidad.
"Hemos colaborado con las autoridades españolas y portuguesas y así lo seguiremos haciendo en todo cuanto nos soliciten en la medida de nuestras posibilidades, porque somos los primeros interesados en esclarecer esta investigación y conseguir descubrir los verdaderos responsables de los posibles delitos cometidos. La actividad de nuestro taller sigue como siempre y confiamos en que nuestros servicios no se vean afectados por este desgraciado incidente", concluye el gerente.
En libertad
La Policía ha puesto en libertad provisional tras prestar declaraciones a los tres detenidos en Galicia por el presunto fraude a escala internacional relacionado con el tráfico ilícito de coches de gama alta que explotó este martes en Pontevedra.
Entre ellos se halla el propietario del taller que fue objeto de registro en Montecelo, que señaló a este periódico que desconocía el origen ilícito de los vehículos que adquirió procedentes de Portugal.
También defendió su inocencia a través de las resdes sociales del taller: "Queremos descubrir a los verdaderos responsables de los posibles delitos cometidos".
Once arrestos
El operativo que se cerró este martes en Pontevedra tuvo su germen en unas pesquisas iniciadas por la Polícia Judiciária de Portugal, que descubrieron que personas sin recursos conseguían hacerse con los turismos después de obtener préstamos con facilidad merced a las políticas presentes en el país vecino, todo ello bajo la supervisión de presuntos miembros de la red criminal desmantelada.
A partir de ahí se generaba un contrato de renting y posterior venta, de forma que los automóviles entraban en los canales de segunda mano a través de los talleres de Pontevedra y Ourense. En total se produjeron once detenciones, ocho de ellas más allá del Miño.
