Pontevedresa Group elude el Erte en el parón pese a que da el año por perdido

"Una empresa es algo más que números", dicen desde la fábrica, que ya había pactado el día 25 el permiso retribuido recuperable ►La estradense Martínez Otero advierte de la pérdida de los proyectos de la industria de la madera
Interior de la fábrica de Pontevedresa Group situada en el polígono empresarial de O Campiño. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Interior de la fábrica de Pontevedresa Group situada en el polígono empresarial de O Campiño. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

El Boletín Oficial del Estado publicó en su edición del domingo 29 de marzo el Real Decreto-ley 10/2020 por el que se regula un permiso retribuido recuperable, de carácter obligatorio, entre el 30 de marzo y el 9 de abril de 2020 (ambos inclusive) para los trabajadores por cuenta ajena que no presten servicios esenciales. Entre las empresas obligadas a efectuar este parón se encuentra Pontevedresa Group (antigua Cristalería Pontevedresa), que se adelantó a esta normativa estatal cesando su actividad el pasado miércoles, día 25, "evitando a toda costa un Erte (expediente de regulación temporal de empleo) porque una empresa tiene que ser algo más que números", explica Iago Barbeito, responsable de márketing de la firma que alcanzó un acuerdo con los trabajadores para la recuperación de las horas en lo que reste de año al finalizar el estado de alarma con el que el Gobierno central trata de frenar la propagación de la Covid-19.

El portavoz de Pontevedra Group considera que la medida impuesta por la Ejecutivo puede suponer un riesgo para la empresa "porque genera incertidumbre, ya que no está garantizado que después vaya a haber trabajo", cuando el año había empezado para esta compañía "mejor que nunca, afrontando con garantías el programa de inversiones que habíamos iniciado el año pasado".

"Esto es un drama. Teníamos carga de trabajo, pero no nos serviría de nadar seguir produciendo con nuestros clientes industriales cerrados (entre ellos firmas del sector de la automoción y naval) y los de obra pública (administraciones) parados en seco, cuando lo que deberían haber hecho es seguir trabajando para que la economía no se paralice".

Iago Barbeito está convencido de que parálisis de la actividad en los sectores industriales considerados no esenciales en la actual situación de crisis sanitaria va a afectar a la cuenta de resultados de Pontevedresa Group. "Va en contra de los trabajadores y los intereses de la empresa", precisa.

PLANTILLA. Pontevedresa Group cuenta con una plantilla de alrededor de 80 trabajadores. Los empleados de la fábrica permanecen en sus domicilios cumpliendo el decreto de confinamiento y no volverán, en principio, hasta que finalice la vigencia de la medida (a partir del 9 de abril), si es que el Gobierno central no amplía el estado de alarma.

En caso de que esta prórroga resulte insuficiente y el Estado tuviera que extender el tiempo de confinamiento durante algunas semanas más, Pontevedra Group no descarta tener que adoptar algún tipo de medida para ajustar su economía.

"Damos el año por perdido y trabajaremos con el objetivo de minimizar las pérdidas en una situación que va a generar incertidumbre porque la economía no va a alzar el vuelo de golpe", subraya Iago Barbeito.

"En estos casos hay que poner por encima de todo la salud de las personas y tomar nota", señala el responsable de márketing de Pontevedresa Group.

El departamento de Innovación de la firma estuvo trabajando en soluciones innovadoras que le ha ofrecido a las administraciones "por si fueran de su interés aplicarlas" si en un futuro se vuelven a repetir situaciones en las que sea necesario volver a una alerta sanitaria como la provocada por el coronavirus.

Setga ve afectado su negocio de exportación
La empresa Setga –especializada en iluminación, señalización y mobiliario urbano– mantiene su actividad en el actual estado de alarma para dar respuesta a los contratos que tiene con distintas administraciones (entre ellas los concellos de Pontevedra y Catoira, Fomento y Consellería de Infraestruturas) porque se trata de equipamientos que garantizan servicios esenciales.

Aunque tiene mucha carga de trabajo, Setga teme quedarse sin el suministro de piezas procedentes de empresas auxiliares. "Tenemos suficiente stock para seguir produciendo hasta que finalicen las restricciones adoptadas por el Gobierno para frenar la propagación de la Covid-19", señala el presidente ejecutivo de la firma, Ángel González.

Por contra, las medidas del Gobierno para el control de la pandemia están afectando "de una forma brutal" a los negocios de exportación de Setga. "Teníamos compromisos adquiridos con varios países europeos –entre ellos Dinamarca y los Países Bajos– pero muchas de nuestras empresas auxiliares están paradas".

Aunque Ángel González está convencido de que la crisis sanitaria de la Covid-19 va a repercutir en la cuenta de resultados de Setga, la empresa no se ha planteado acudir al Erte como medida para paliar posibles pérdidas durante el tiempo en que dure el estado de alarma. La firma cuenta con una plantilla compuesta por 60 trabajadores, de los cuales 21 son ingenieros, mano de obra altamente cualificada.


La firma Martínez Otero advierte de la pérdida de gran parte de los proyectos de la industria de la madera

Empresa Martínez Otero de A Estrada. PATRI FIGUEIRAS

La industria de la madera es otro de los sectores que ha tenido que cerrar sus puertas de la noche a la mañana y cuya paralización repercutirá en la continuidad de parte de la cartera de proyectos de algunas de las empresas de la provincia con sello internacional, como es el caso de la estradense Martínez Otero.

El consejero delegado de la compañía, Alejandro Valladares Durán, indica que la firma está negociando un Erte que afectará a toda la plantilla, integrada por más de 350 trabajadores, "en distintos grados, dependiendo de las áreas de trabajo y de las funciones específicas de cada persona".

Según indica Valladares, la paralización de una gran parte de los proyectos de la firma, muchos de ellos de carácter internacional, imposibilitan continuar el trabajo a pie de obra. "Además, hay que sumar las dificultades que representan la ruptura de la cadena de suministros, la paralización por parte de los clientes de su habitual trabajo por la cuarentena, el cierre de aeropuertos y puertos y por supuesto las medidas sanitarias de carácter preventivo que están llevando a cabo en la inmensa mayoría de los países", añade el consejero delegado de la entidad, una de las principales proveedoras del mobiliario de las tiendas de Inditex. Y esto, según Valladares, "hace que la carga de trabajo en la empresa se vea reducida de manera significativa para los próximos meses, lo que repercute y afecta a todos los sectores de la compañía, desde producción a logística, departamento técnico o comercial".

DOS POSITIVOS. Los dos trabajadores de la empresa Martínez Otero positivos en coronavirus fueron los primeros que registró el municipio hace ya dos semanas, un concello que a día de hoy ronda las 40 personas afectadas por la Covid-19.

Desde un primer momento, la compañía optó por aislar a todos aquellos trabajadores que estuvieron en contacto con las dos personas positivas y reforzó las medidas preventivas. Valladares asegura que esto supuso el freno de la expansión del contagio en la entidad. Así, las pruebas realizadas a los empleados que se expusieron a la enfermedad "fueron dando negativo", asegura.