PONTEVEDRA. Las mujeres pontevedresas, al igual que las féminas de 50 países, están llamadas a participar en una protesta «revolucionaria» convocada por los colectivos feministas y las centrales sindicales para este jueves 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
La balanza de derechos y condiciones laborales se ha ido equilibrando en los últimos años entre ambos sexos, pero la igualdad real sigue estando en tela de juicio. Esta misma semana los principales sindicatos incidían en que «la brecha salarial va a más» y en que la sociedad todavía empuja a las mujeres a correr a cargo del hogar y los cuidados familiares en mayor proporción que el género masculino.
El último estudio sobre salarios del Instituto Galego de Estatística (IGE), realizado en 2016, revela que las mujeres pontevedresas cobran al año una media de 4.682 euros menos que los hombres, es decir, unos 13 euros menos al día y siempre que uno se ponga en el mejor de los casos, computando los 365 días del año. Si uno se ciñe a una jornada de lunes a viernes, se desprende una diferencia salarial de hasta 18 euros por jornada entre hombres y mujeres.
El salario bruto anual de las pontevedresas alcanzó hace dos años (últimos datos disponibles) los 14.932 euros, mientras que el de los varones ascendió a 19.614, lo que arroja una brecha salarial del 23,4%. A falta de conocer los últimos datos (que según los sindicatos reflejan un crecimiento de la brecha salarial), los balances del Instituto Galego de Estatística (IGE) reflejan que la diferencia de nóminas descendió ocho puntos desde el año 2000, cuando las vecinas de la provincia percibían 9.601 euros, un 29,7% menos que los varones.
¿Y qué sucede con el salario por horas? Algo similar, solo que en este caso la curva es menos pronunciada. Las pontevedresas cobran una media de 7,8 euros por hora y los pontevedreses 9,4, un 17% más. La distancia solo se hace más corta cuando el objetivo se ciñe a los contratos temporales. Entonces se comprueba que ellos perciben 7,8 euros por hora y ellas 6,7.
ACTIVIDAD Y PARO. La Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre de 2017 ratifica el agravio comparativo entre sexos y advierte que la tasa de pontevedresas con trabajo es inferior a la de los hombres: un 44,4% frente a un 52,9%. Eso sí, si las fuentes de la Administración están en lo cierto, ellas inyectan más cotizaciones al erario público. Para ser más exactos, la Seguridad Social contabilizó en la ciudad en diciembre del año pasado 14.193 afiliadas frente a 13.445 afiliados varones, lo que describe una balanza totalmente distinta a la de hace unos años. En 2007 la mayoría de altas eran masculinas: 16.341 frente a 14.052 cotizantes femeninas.
La mitad de las 3.613 desempleadas del municipio capitalino llevan más de un año buscando trabajo
¿Y cómo son las condiciones de trabajo? Las estadísticas dejan algunas lagunas a este respecto, pero sí precisan que en 2016 el 32% de las asalariadas fueron contratadas a tiempo parcial, frente a un 7% de hombres. El único factor común para ambos sexos es la temporalidad. El 94% de los contratos firmados en 2017 en la ciudad capitalina (28.356 de 30.009) fueron temporales para ambos géneros. Por profesiones, las que generaron más contratos en el sexo femenino el año pasado fueron las de camarera (2.493), vendedora (2.035), limpiadora (1.600), peón en industria de manufacturación (1.390) y empleada doméstica (529).
En términos de desempleo, se comprueba que el paro de larga duración se ceba con el género femenino, hasta el punto de que casi la mitad de las desempleadas de Pontevedra (el 46,8%) llevan más de un año buscando trabajo. El desempleo en general también afecta en mayor medida a la clase obrera femenina. En la ciudad de Pontevedra se registraron el pasado mes de febrero 3.613 desocupadas, un 25,5% más que varones en paro (2.690).
