Los pontevedreses llenan el Parque de Bomberos de espíritu solidario

Los asistentes a esta jornada de puertas abiertas debían aportar juguetes, pañales, comida para bebés , ropa o productos de higiene infantil

La demostración de excarcelación en un hipotético accidente fue seguida con gran expectación. DAVID FREIRE
photo_camera La demostración de excarcelación en un hipotético accidente fue seguida con gran expectación. DAVID FREIRE

Decenas de familias de la ciudad y sus alrededores se dieron cita este domingo en el Parque de Bomberos para tener un gesto solidario contra la pobreza infantil y, de paso, conocer de primera mano cómo es la rutina de una de las profesiones más idolatradas, admiradas y respetadas.

La quinta edición de esta iniciativa estaba prevista de 10 a 14 horas, pero finalmente se prolongó media hora más, debido a la gran afluencia de niños y mayores. Los funcionarios ya habían diseñado un circuito por las instalaciones que incluían exhibiciones de rescate en altura, excarcelación de víctimas en caso de accidente, exposición de vehículos de emergencia y utilización del material. Fue en este apartado donde los más pequeños fueron especialmente felices, pues tuvieron la oportunidad de ponerse los cascos reglamentarios de los bomberos y de utilizar una manguera en una hipotética extinción de un incendio.

En la explanada del parque se habilitó un perímetro que también llamó mucho la atención de los presentes, con una demostración de cómo actuar en caso de accidente con personas atrapadas en su interior.

La visita a los camiones y los coches de los funcionarios, con la preceptiva activación de las sirenas, fue otra de las paradas que más emociones despertó, no solo entre los niños sino también entre muchos progenitores.

El rescate en altura arrancó igualmente los aplausos de los visitantes, premiando así la intrépida labor de los funcionarios en situaciones de gran riesgo.

Para poder tener acceso a este provisional mini parque de atracciones, cada familia debía aportar productos que serán repartidos entre los más necesitados de la ciudad, a través de Redeaxuda y la oenegé Boa Vida.

Básicamente, se solicitaban alimentos para bebés, productos de higiene infantil –en especial pañales de las tallas 3, 4 y 5-, material escolar, ropa en buen estado y juguetes nuevos o en buenas condiciones de uso.

A falta de realizar un recuento definitivo, alguno de los bomberos comentaba que «tenemos la sensación de que ha venido algo menos de gente que el año pasado año». En cualquier caso, el éxito estaba asegurado, pues el gimnasio del Parque estaba literalmente inundado por bolsas y cajas que contribuirán, a lo largo de estos días, a mejorar las Navidades de muchas familias.