Pontevedreses en la zona afectada por la nueva cepa del virus: "Viajar ahora no es buena idea"

La mayoría de los gallegos en Londres renunciaron al viaje navideño tras el anuncio de Boris Johnson sobre la mutación del virus y ante el cierre de aeropuertos
 
Viajeros en Londres el pasado 20 de diciembre. EUROPA PRESS
photo_camera Viajeros en Londres el pasado 20 de diciembre. EUROPA PRESS

La nueva cepa de la SARS-CoV2, las condiciones restrictivas de la cuarentena que, previamente a su descubrimiento, ya había implementado el Reino Unido para quienes decidiesen salir del país en fechas navideñas, y, sobre todo, la incertidumbre, han pesado en la mochila de decenas de pontevedreses que cursan estudios o viven en Londres y en las ciudades confinadas de Inglaterra para que optasen, en su mayoría, por quedarse en su lugar de trabajo y dejar las celebraciones en la ciudad del Lérez para otra fecha.

El giro que han dado los acontecimientos en cuestión de días ha cambiado el guion de la mayoría de los consultados, que reconocieron que la información relativa a la nueva cepa de covid-19, que aumentaría, según los estudios iniciales, su potencialidad de contagio en un 60%, acabó por precipitar la decisión de quedarse.

Es el caso de Almudena Marín, una pontevedresa que encadena más de un año trabajando en el centro de Londres que reconoce que "al final, el miedo a pasar por el aeropuerto y el transporte público y el haber conocido casos de chicas que salieron con PCR negativa y lo cogieron por el camino, me han hecho pensar que lo mejor es quedarme aquí".

Otros, como Sergio Fariña, por su trabajo, ven en la primera línea de la batalla contra el virus los datos y sostienen que en estos momentos, cualquier movilidad que se salga del guion es, además de innecesaria, un riesgo que no merece la pena. La principal preocupación de todos los consultados no era la posibilidad de volver o de estar ya contagiados, sino la de contraer la covid-19 en el transporte público, el aeropuerto "o en un avión con demasiados pasajeros".

Entre los que sí regresaron, la periodista María Sabarís, disfruta en Meis de un descanso con su familia, que logró por volar justo en la fecha en la que reabrieron los vuelos con Santiago, el mismo día en que se anunció el nuevo confinamiento.

Con respecto a cómo se están viviendo estas fechas en la capital inglesa, el nuevo cierre se está cumpliendo estrictamente y la movilidad, reconocen, "es la mínima: para ir al súper o al trabajo", en respuesta al clima de preocupación generalizado por la evolución de la cantidad de contagios, que diluye, incluso, la euforia que se generó por esperanzas puestas en la llegada de las primeras vacunas.

Sergio Fariña, pontevedrés que trabaja realizando PCR en Londres: "Sabiendo que mis padres están bien no voy a correr el riesgo"
Sergio FariñaSergio Fariña no ve a su familia en Pontevedra desde 2019. Este pontevedrés, homenajeado en su día por el acto heroico con el que salvó varias vidas al bajar la verja del restaurante en el que trabajaba e impidió el paso a tres yihadistas que en ese mismo ataque acuchillaron a siete personas, es uno de los pontevedreses que no volverá a casa. "Me conformo con las videoconferencias.

Las restricciones aquí las cumplimos, pero el riesgo en los aeropuertos y traslados es muy alto, y sabiendo que mis padres están bien con mis hermanos, no voy a correr el riesgo de ser yo el que meta eso (en referencia al virus) en su casa".

Apasionado de la hostelería, en la primera etapa de la pandemia, Sergio se quedó en paro y se recicló gracias a su título de auxiliar de clínica para trabajar en la sanidad nacional realizando PCR. "En las últimas fechas vemos como, con la cepa nueva, los contagios van en aumento", explica, "las muertes están hoy en cifras peores que en abril", lamenta.

Sergio cree que, así, "viajar no es una buena idea" y no lo recomienda a quienes están en su situación. Considera que "hacerlo es propiciar el caos" y apela a la responsabilidad colectiva. En su caso, pasó las primeras fechas navideñas solo, pues a su mujer no la dejaban volar desde Turquía, en donde estaba también con la familia.

 

Maria Sabarís, periodista radicada en Londres que regresó el día 19: "O principal problema póñeno para voltar e cumprir a corentena" 
María SabarísMaria Sabarís Sardón pasará las fechas festivas en Meis. En su caso, su determinación por volar a casa la hizo tomar el vuelo del día 19, que tenía reservado cuando aún no se habían cerrado los aeropuertos internacionales, aunque finalmente las restricciones no impiden volar a los españoles y residentes, sino a los desplazamientos turísticos. "Ao contrario que moitos que escolleron voltar por Oporto, suponse que por aforrar a PCR, os que escollemos Santiago tivemos sorte, porque aos de Oporto puxéronlle medidas máis tarde e agora están vendo como facer e moitos deles non atopan solución, co billete xa comprado", comenta. El cambio de fechas de vuelos y los progresivos cierres de fronteras fueron los principales escollos que esquivaron los que decidieron volver.

En el caso de la joven de Meis "tampouco vou ter problema para regresar, pero moitos dos que querían vir desistían precisamente por iso, porque esixen tamén uns días de cuarentena ao volver e en moitos casos non dá tempo". La periodista explica que el principal problema ha sido "atopar un sitio no que fixeran as PCR por un prezo razoable, porque se estaban cobrando ata 400 libras por unha proba e ese era o gran negocio do momento" y añade que desconoce "a data na que voltarei".

 

Almudena Marín, reside en Nothing Hill y trabaja en hostelería: "Tenía billete para el 19 de diciembre pero lo aplacé hasta abril" 
Almudena MarínSe quedó a pasar la Navidad en la city londinense, en donde reside y trabaja (actualmente menos, pues está un Erte, como toda la hostelería) y ha aplazado sin fecha su regreso. Almudena Marín daba por cumplida su aventura en Reino Unido hace unos meses, tras más de un año fuera de Pontevedra, pero la crisis sanitaria la llevó a reflexionar. "Tenía billete para el 19 de diciembre, pero lo cambié para el 20 de abril. Lo de viajar ahora, no lo veo, porque conozco casos de personas que estaban bien y que en el trayecto se contagiaron, y lo de volver lo aplacé porque aquí tengo trabajo, de momento, y me dicen que en España está todo muy complicado".

La pontevedresa confiesa que le hubiese gustado volver ya "y poder disfrutar de algún rayo de sol, porque además del confinamiento, el invierno está siendo muy duro", pero resta dramatismo al hecho de quedarse. "Me parece más seguro, primero porque aún tengo mi contrato, y porque también tengo conocidos y amigos aquí, no estoy sola". En segundo lugar, explica, "si es cierto que nos han confinado por la cepa nueva, pero aquí la gente cumple las normas. Voy en transporte público y apenas van dos o tres pasajeros. Todos respetan las normas" y eso aporta una pequeña confianza ante la situación actual.

 

Iván Civantos, trabaja en una cadena de fast food en Londres: "Non nos pareceu seguro meternos nun avión cheo de xente"
Iván CivantosIván Civantos tuvo su base familiar en Pontevedra hasta que emprendió su aventura en el Reino Unido. Sus primeros años de esta etapa no pasaron sin una parada para celebrar la Navidad en la ciudad. Ahora, tras varias mudanzas de su familia, su "casa en España" no está en Pontevedra, pero la visita a la ciudad del Lérez en donde permanecen sus raíces y recuerdos, no iba a producirse ese año. "A miña parella e eu temos un neno pequeno e non nos pareceu seguro meternos nun aeroporto e nun avión cheo de xente". Su Navidad y Año Nuevo iban a ser sencillos "como o é a vida que temos aquí, con teletraballo e apegados ao neno, porque o apoio familiar está todo en España", reconoce.

Con respecto a la expansión de la cepa nueva, confia en que "seguindo como ata agora, saíndo para ir ao súper e pouco máis, consigamos manternos á marxe, e a viaxe xa a deixamos para cando sexa realmente seguro voltar", aunque la situación "é tan complicada que ata crearon un nivel de alerta, o catro, para elevar as restriccións, o cal xa indica como está poñendose todo".

Civantos señala que no faltan ni faltarán las videollamadas a casa para hablar con la familia, "nin a Estrella Galicia, que, por sorte a venden nunha tenda que está preto e axudaranos a ter un Nadal galego".

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