La línea ferroviaria portuguesa estará preparada en el cuarto trimestre de 2019 para viajar desde Lisboa hasta Valença en trenes Alfa Pendular, capaces de moverse a 150 kilómetros por hora. Esta mejora permitirá recortar a la mitad las cerca de siete horas y media que se necesitan en la actualidad para moverse en tren desde Pontevedra a la capital lusa.
Cuando Portugal complete la electrificación de la línea do Minho será posible circular desde la Boa Vila hasta Lisboa en poco más de cuatro horas. Pero podrían ser sólo tres y media (210 minutos) si el Gobierno español ejecuta la proyectada salida sur de Vigo. Este proyecto salvaría en túnel la distancia que separa Vigo y Porriño, además de añadir 30 kilómetros de trazado nuevo hasta Valença. La obra no solo le ahorraría 20 minutos al tramo Pontevedra-Valença, sino que además permitiría circular a velocidad alta (150 kilómetros por hora) entre A Coruña y Lisboa sin apenas interrupciones.
Por el momento, la única garantía real de esta aproximación ferroviaria son las obras presentadas el viernes por el Ejecutivo del país vecino. Alcaldes gallegos y del norte portugués agrupados en el Eixo Atlántico aprovecharon el anuncio para solicitar al Gobierno español que incluya la mencionada salida sur viguesa en la agenda del Ministerio de Fomento, donde por ahora solo figura la electrificación de los cinco kilómetros entre Guillarei y Tui.
En la parte portuguesa, el ministro de Planeamento e Infraestructuras, Pedro Marques, explicó el viernes que la citada inversión de 83,2 millones de euros modernizará el tramo entre Nine y Viana do Castelo y electrificará la vía desde Viana a Valença. Ambas mejoras completarán la renovación imprescindible para que los trenes más rápidos (Alfa Pendular en la versión portuguesa y Avant en la versión española) puedan circular desde Lisboa a Valença a velocidades de hasta 150 kilómetros por hora.
"Se trata de un anhelo de muchas décadas", afirmó el ministro el viernes en la estación de ferrocarril de Valença, tras subrayar que "se ganará en seguridad, comodidad para los pasajeros, fiabilidad y mayor capacidad para el transporte de mercancías".
COORDINACIÓN. Marques valoró la "coordinación" con el Gobierno español y recordó que ambas administraciones acordaron recientemente reunir cada tres meses a equipos técnicos de los dos países para retomar las mesas de seguimiento que se habían perdido desde hace años.
Desde el Eixo Atlántico, lamentaron que el seguimiento se ciña, por parte española, a la electrificación de la línea entre Tui y Guillarei, "cuando lo realmente importante sería que estuviera proyectada la salida sur de Vigo, una obra que tendría un plazo de ejecución próximo a los cuatro años, con un coste estimado que rondaría los 450 millones de euros".
