Pablo Fernández, concejal del Partido Popular, remarcó ayer la necesidad de instalar puntos de recarga para vehículos eléctricos que permitan adaptarse a las nuevas tendencias del transporte y poner en marcha medidas de movilidad verde que conviertan a Pontevedra en modelo a seguir en cuanto a movilidad eficiente y sostenible.
En lo que Fernández denominó una "apuesta de futuro" solicitó al Concello que se beneficiase de ayudas para poner en marcha estas medidas, como el Plan Moves, algo que ya había hecho en 2021, pero que el Gobierno rechazó. Por ello, el concejal hizo hincapié en que "el Gobierno no debe oponerse más a la nueva movilidad" y llevó de nuevo a la mesa la propuesta de dos pasos, que definió como "fundamentales".
El primero, instalación de puntos de recarga eléctrica públicos, "haciendo partícipes a los pontevedreses de este proyecto de futuro" y que, además, puedan servir como atracción para que los propietarios de estos vehículos planeen sus viajes teniendo la ciudad como punto de referencia. El segundo lugar insistió en la electrificación del parque móvil municipal "poco a poco". En este sentido recordó que hasta el momento solo cuenta con un coche híbrido, el del propio alcalde. Fernández sostiene que el Concello debe "potenciar y ser palanca de cambio" que beneficie tanto a la sociedad como al entorno a largo plazo.