Rafa Domínguez: "El error se disculpa, la mentira no"

El PP zanja la polémica de la casa de Lores tras reconocer que no se plantearon llevar el asunto a los tribunales ni pedir su dimisión
Rafa Domínguez. DAVID FREIRE
photo_camera Rafa Domínguez. DAVID FREIRE

El PP rebajó este jueves el tono de sus acusaciones sobre la polémica de la vivienda de Miguel Anxo Fernández Lores, que estuvo 22 años sin licencia de primera ocupación, una situación que ya está regularizada. "Se acepta el error. Yo he cometido muchos. Y el señor Lores lo ha cometido. El error se disculpa, la mentira no", afirmó Rafa Domínguez.

La postura manifestada por el líder del principal partido de la oposición contrasta con la mantenida esta semana sobre este caso. Primero sostuvo que Lores vivió «"de manera ilegal" durante más de dos décadas en su casa de Marcón, lo que implicaría una infracción urbanística que no se ha producido, para luego decir que lo hizo de forma "irregular". "No hemos rectificado nada de lo que hemos dicho. Puedes llamarlo ilegal, irregular o impropio", dijo a preguntas de la prensa sobre esta matización.

El portavoz del PP defendió que la licencia de primera ocupación del inmueble sí era obligatoria y entendió que Lores solicitase este documento cuando se dio cuenta de que carecía de él. Aún así, el popular lamentó que el regidor del BNG hubiese utilizado como "disculpa" el fallecimiento del arquitecto como una de las circunstancias que dejaron en el limbo la solicitud del documento. Y también lo acusó, tanto a él como a dos de sus ediles, de «mentir» y dar "múltiples versiones" sobre la situación de la casa.

En la época en la que se hizo la casa, en 1997, no se pedía este documento porque los funcionarios no hacen de oficio la revisión de las viviendas unifamiliares. En la actualidad, la falta de medios reduce estas inspecciones a construcciones que afecten a terceros, inmuebles que vayan a reformarse u otras cuestiones técnicas. En Pontevedra hay al menos 575 viviendas en esta situación. Domínguez afirmó, por otra parte, que la casa del alcalde cumple con la legalidad, tal y como constataron los técnicos municipales tras aprobar el expediente de primera ocupación, que se solicitó en agosto de 2018 y se resolvió en enero de este año. Domínguez aclaró en su intervención que la casa de Lores sí tenía licencia de obra y que esta no caducó; que estaba dada de alta en el Catastro y pagaba el IBI; que no utilizó a los técnicos de Urbanismo del Concello, "que estudiaron la casa del señor Lores de la misma forma que harían con cualquiera", y que el permiso de primera ocupación no se aceleró por ser el alcalde, como había sugerido.

A preguntas de la prensa, el líder del PP aseguró que no se planteó llevar el asunto a los tribunales ni tampoco pedir la dimisión del alcalde, "aunque fuese algo indignante para mucha gente". «El Partido Popular tiene clarísimo este tema. Ha sido irregular durante 22 años. Me gustan las palabras de Feijóo de ayer (por el miércoles): ‘Me alegro que el señor Lores haya regularizado su situación. Vive en una casa perfectamente legal’. Bueno, pues hasta aquí", zanjó. En un comunicado posterior, Domínguez afirmó que pedirán el expediente de la casa de Lores "para analizar cuestiones que quedan sin responder y después tomar una decisión política".

Gulías: "O PP non ten caso"
Tras la rueda de prensa del PP, la primera que el partido da desde la polémica de la casa del alcalde, la portavoz municipal, Anabel Gulías,  negó que tanto ella como su compañero Xaquín Moreda, edil de Urbanismo, dijesen ninguna mentira. "A cuestión está suficientemente explicada. O PP non ten caso. Non hai caso. Non é unha vivenda ilegal como eles dicían. Subscribo unha por unha as miñas palabras da comparecencia do luns, como susbcribiría a do concelleiro Moreda e as do propio alcalde. Reitero que o alcalde fixo toda a tramitación que se esixía nese momento. Todo isto podería derivar nun 'y tú más', contestándolle agora ao señor Domínguez que o que minte é el, pero non quero xogar a isto. Porque hai dúas formas de facer política, construtiva ou marrulleira. Iso diferéncianos a uns dos outros. Xa será a cidadanía a que decida despois se apostar por construír ou destruír", concluyó Gulías.

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