La Plaza de Abastos de Cambados llora la tragedia del naufragio del Sin Querer Dos y se queda desierta

Las pescaderas pararon este viernes en señal de luto por el fallecimiento de tres de sus convecinos al naufragar un pesquero al Sur de Finisterre

La plaza de Abastos de Cambados este viernes sin pescadoras en sus puestos de trabajo. C.M.
photo_camera La plaza de Abastos de Cambados este viernes sin pescadoras en sus puestos de trabajo. C.M.

La Praza de Abastos de Cambados amaneció este viernes sin pescado. Todas las pescaderas decidieron no trabajar en señal de duelo tras el naufragio del pesquero Sin Querer Dos y en solidaridad con las familias. Las compañeras de las esposas de uno de los fallecidos y uno de los tripulantes que continúa desaparecido, dejaron el mercado desierto de pescado en una jornada especialmente triste ya que, por la tarde, se celebró el funeral conjunto de las tres víctimas.

"O Concello debeu pechar a Praza porque esta foi unha desgracia moi grande. Todos eran veciños e de Fefiñáns, do mesmo barrio", comenta María del Carmen, una de las trabajadoras del lugar. Las responsables de los puestos de carnes y de verduras y hortalizas trabajaron con normalidad, pero, como dice una de ellas, "a Praza non existe sen as peixeiras. A xente chegaba á porta, vía que non viñeran traballar e marchaban".

El colectivo de trabajadores del mercado se encuentra de luto así como toda la villa ya que las víctimas era "xente moi boa e moi activos socialmente en Cambados", señalan.

UNIÓN MARINERA. Los concellos de Cambados y Sanxenxo continúan unidos por el dolor de la tragedia que sesgó tres vidas pero marcó muchas más. "Cambados e Portonovo sempre estiveron moi unidos", comenta una de las trabajadoras de la Praza de Abastos.

La pesca y los marineros fueron los encargados de unir a estas dos villas. Por ello, tanto las trabajadoras del mercado cambadés como las de Portonovo se deshacen en halagados hacia la mujer del tripulante desaparecido, Guillermo Casais.

"Solo deseo que aparezca para que pueda descansar tranquila. En los próximos días se iban a pasar las Navidades a Perú –de donde ella es originaria–, con sus hijos", comenta una de sus compañeras. En este viaje, la pareja presentaría a su familia materna a la hija que ambos tienen en común y que nació hace algunas semanas.

Tras la crisis, tuvo suerte en el mar
Uno de los supervivientes de la tragedia que sacudió a Portonovo y Cambados fue Carlos Costa. Su historia, según cuentan sus allegados, es la de una persona que decidió reinventarse tras sufrir un golpe económico.

Antes de que comenzase la crisis que azotó al país, Costa trabajaba en una empresa relacionada con el mundo de la construcción, pero durante la recesión el negocio tuvo que cerrar sus puertas debido a la decadencia en la que se encontraba ese sector por lo que el cambadés tuvo que cambiar de profesión.

Esta transformación lo convirtió en marinero y posteriormente en tripulante del pesquero Sin Querer Dos con el que surcó las aguas del Atlántico y del mar Cantábrico en numerosas ocasiones.

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