La campaña de Navidad no se queda al margen de la subida de precios que están sufriendo todos los alimentos a raíz del aumento en la factura de la luz, del petróleo y de los problemas de distribución a nivel mundial. Al encarecimiento de productos como la carne, los huevos o la leche, se suma ahora el marisco.
En el Mercado de Abastos de Pontevedra, crustáceos como la cigala han registrado ya un aumento del 50% en comparación con campañas anteriores. Mientras la cigala pequeña se solía vender a estas alturas del año a un precio de 25 euros, ahora mismo se encuentra a 37. Lo mismo ocurre con las cigalas de mayor tamaño, que normalmente estaban a 35 euros y ahora rondan los 50.
Ante esta situación, todo parece indicar que estas Navidades estarán marcadas por una mayor incertidumbre entre la población. De hecho, en la Plaza de la ciudad del Lérez apenas han notado un incremento en la demanda. "Está todo muy parado, incluso peor que otros años", apunta Beatriz Otero, una de las placeras.
"Es verdad que la gente normalmente deja las compras para última hora, pero este año lo notamos aún más. Algunos se empiezan a animar pero es que el marisco está muy caro", insiste María Dolores Búa, otra de las vendedoras del Mercado de Pontevedra.
Lo que sí están empezando a notar estas placeras es el aumento en las ventas de mariscos como el camarón. "La gente está comprando bastante camarón porque es lo que mejor congela", explica Búa.
A pesar de la cautela demostrada por parte de la ciudadanía, las vendedoras confían en que la situación mejore a raíz de la campaña de la centolla. Este lunes se abrió la veda de este marisco y esta semana ya se pueden comprar las primeras piezas.
"Esta semana es el punto de inflexión porque esperamos que con la vuelta de la centolla, bajen los precios del resto de mariscos y la gente se anime más. Creo que empezaremos a notarlo ahora porque mucha gente aprovecha que viene a comprar centolla y se llevan otras cosas", explica María Dolores.
De hecho, esta placera ha recomendado a muchos de sus clientes esperar a que esto suceda. "Tengo clientes que querían llevarse cigala estas últimas semanas y yo misma les he dicho que esperasen mejor a esta semana que es cuando llega la centolla e igual bajaban el resto de precios".
Misma esperanza la de Beatriz Otero, que insiste en la necesidad de que "mejore un poquito la situación", ya que "dependemos muchísimo de esta campaña, la Navidad es la mitad de nuestro año, así que esperamos que la demanda aumente".
SUBASTAS EN O GROVE. La apertura de la campaña de la centolla en O Grove deparó unos resultados que el patrón mayor de su cofradía, Antonio Otero, calificó de "regulares". Fueron 3.400 los kilos que trajeron al puerto las sesenta embarcaciones que faenaron, como es habitual, en el entorno de la isla de Sálvora.
El primer lote fue vendido a 24,40 euros el kilo, y el último (menos de cien kilos), a nueve, que ese el precio mínimo establecido. Tanto las cotizaciones como el volumen son similares a los registrados en la misma jornada de la temporada anterior.
En los resultados de la apertura influyó decisivamente un factor: el mar estaba quieto, y también que soplase un viento suave del norte, porque enfrío el agua. Esta conjunción provocó que el crustáceo no abandonase sus escondrijos para salir a comer, cosa que hace cuando las corrientes revuelven el fondo, circunstancia que suele coincidir con una temperatura algo más elevada. A favor de los marineros jugó la baza de que no hubo luna y la noche fue oscura. Por otra parte, las capturas que realizan los submarinistas (que no disponen de autorización para hacerlo) también influyen negativamente.
No obstante, en la flota grovense tampoco otorgan demasiada importancia a los primeros resultados porque la temporada es larga y tienen claro que la climatología acabará conviertiéndose en su aliado. Por otra parte, en el balance de la campaña el momento clave serán las fechas próximas a las festividades navideñas, porque se incrementa la demanda y suben los precios.
BUEU. Un problema informático de última hora marcó este lunes la primera jornada tras la veda en la lonja de Bueu, donde finalizaron la tarde pasadas las 20.30 horas sin un dato exacto del total de kilos subastados, así como su precio medio.
Las contabilizaciones puntuales permitieron conocer el precio máximo de la jornada, que alcanzó los 18,80 euros el kilo, y el mínimo, que se desplomó hasta los 7,50 euros. Además, los vendedores retiraron un total de 200 kilos de la subasta, que regresan este martes a la lonja nuevamente.
Desde la cofradía, el patrón mayor de Bueu, José Manuel Rosas, insiste en que se trata de precios especulativos, que irán asentándose a medida que de comienzo la campaña. "Esperamos que el consumo se reactive" y, aunque "cada año no es igual" y la incertidumbre es siempre compañera en el sector, se espera, al menos, repetir los resultados obtenidos el año pasado.
Entre las acciones promocionales figura la difusión del programa en el que están implicados nueve restaurantes y siete hoteles de la localidad, en los que el centollo será la propuesta estrella entre los días 8 y 12 de diciembre.
Dentro de las iniciativas previstas figuran una demostración culinaria, actividades en la lonja y de la Confraría do Centolo Larpeiro, pasacalles, subastas de las centolas más grandes, para donar su importe una entidad sen ánimo de lucro y entrega de diplomas a los marineros jubilados.
El marisqueo cambia su plan extractivo por la demanda de fina
![Una mariscadora enseñando almeja fina, este lunes. GONZALO GARCÍA]()
Una mariscadora enseñando almeja fina, este lunes. GONZALO GARCÍA
[SERAFÍN ALONSO] El marisqueo a pie ha cambiado su plan extractivo de este mes por la demanda de almeja fina en el mercado. El sector satisfizo este lunes el requerimiento de los compradores al ampliar el cupo de los mariscadores, que además de ocho kilos de japónica pudieron recoger uno más de la citada variedad de bivalvo autóctono.
El resultado de la jornada de trabajo en las playas de A Seca, en Poio, y Os Praceres, en la parroquia pontevedresa de Lourizán, ha sido "bo" para las tres cofradías que faenan en la ría de Pontevedra. Los precios en lonja han sido notables a pesar de no haberse iniciado la campaña de Navidad, la más importante del año a nivel de facturación.
La subasta de fina se cerró en la tarde de este lunes en la lonja de Campelo con valores que oscilaron entre los 36 euros de la almeja de menor tamaño y los 58 de la más grande, la de tipo extra. El precio medio de este año para esta variedad se sitúa en 35,49 euros, según datos extraídos de la Xunta. La cotización de la japónica fue más tímida: de 13,01 a 18,11 euros el kilo.
EL 17 SE REPITE. El marisqueo a pie volverá a repetir el mismo sistema de cuotas (ocho de japónica y uno de fina) el próximo día 17. El resto de las jornadas de trabajo pactadas para noviembre, ocho en total, mantendrán el anterior plan de cupos.
El sector emplea a más de 400 personas entre las cofradías de San Telmo, San Andrés y San Gregorio.
