"Les preguntaría a esos padres si firmarían un papel para que sus hijos fuesen en coche a toda pastilla y sin cinturón"

El profesor Antonio Rial Boubeta, que dedica parte de su labor a analizar los datos de conductas en jóvenes y adolescentes, advierte sobre la actitud "negligente" de la familia ► El presidente de la federación de asociaciones de vecinos Castelao, Juan Loureiro, reclama acción al Concello, pero pone el acento en la responsabilidad de las familias
Antonio Rial Boubeta, profesor de psicoloxía da USC. DP
photo_camera Antonio Rial Boubeta. DP

Antonio Rial Boubeta

El reciente premio Nécora de Oro de la Fundación Galega Contra o Narcotráfico es un gran experto a la hora de analizar con datos los patrones de conducta de los jóvenes y los adolescentes y, de forma específica, todo aquello que tiene que ver con consumos abusivos de alcohol y de otras drogas. Rial Boubeta pone el acento en que el inicio en estos consumos es cada vez más temprano no solo en Galicia, sino en toda Europa.

¿Cuáles son las causas de que se detecten casos en los que los menores de edad se hallan en espacios para adultos donde se consume alcohol como ha ocurrido este fin de semana?
En primer lugar, por la normalización y banalización que la sociedad sigue haciendo del consumo de alcohol entre los menores, a día de hoy el principal problema de salud pública en la población juvenil gallega, española y europea. Hablamos de un consumo que se inicia a edades cada vez más tempranas y bajo un patrón intensivo o en forma de atracón, que es una auténtica bomba de relojería para un cerebro en pleno proceso madurativo.

El papel de las familias es, según destacan ustedes, mucho más importante que ningún otro a la hora de evitar estas conductas.
Así es. Llama la atención el sorprendente desconocimiento de la ley que tienen muchas madres y padres de estos menores. La Ley 11/2010, de 17 de diciembre, de prevención del consumo de bebidas alcohólicas en menores de edad, regula claramente este tipo de prácticas, no sólo quitándoles cualquier tipo de validez, sino estableciendo multas para los propios padres, que pueden ir desde 600€ hasta 3000€, ante negligencias de este tipo.

Se han detectado ‘papeles’ firmados por padres y madres autorizando a sus hijos de 15 años a acudir a fiestas hasta las seis de la madrugada...
Seguimos encontrándonos con una enorme irresponsabilidad por todos los lados. Me pregunto si esos mismos padres o madres harían un papelito firmado para autorizar a sus hijas o hijos a ir en coche a toda pastilla sin cinturón.

Juan Loureiro

El colectivo vecinal reclama actuaciones contra los locales que, por cuestiones de ruido o de ocupación de la vía pública, causan molestias a los ciudadanos. Juan Loureiro, su presidente, destaca al mismo tiempo la importancia del papel de la familia a la hora de evitar que los menores de edad se expongan a consumos abusivos.

¿Cómo valora esta actuación de la Policía?
Nuestra valoración a este respecto es bien conocida. Los locales tienen que cumplir con las distintas normativas. En este caso de la calle Sagasta, pensamos que no se puede trasladar todo el desfase de aforo del interior del local hasta el exterior. Entendemos que se está muy bien fuera, y más con este tiempo, pero no puede ser que los clientes de un local determinado ocupen así la calle, porque crea molestias a los vecinos. Nosotros entendemos que el ocio nocturno tiene que existir, pero no en contra de los intereses y del descanso de los vecinos.

En este caso, las autoridades pusieron el foco en la presencia allí de menores. ¿Qué opina?
Es un problema importante. Es cierto que, por una parte, hay ciertos locales en los que, de forma consciente o no, se permite la presencia de menores e incluso se les sirve alcohol. Los propietarios de esos locales tienen su grado de responsabilidad, y pensamos que también el Concello, en este caso. Pero yo pienso que el principal elemento que se debe tener en cuenta está en las familias y en la educación en casa. Como vecinos, en este punto, tenemos que entonar el mea culpa, pues no podemos permitir que chavales de catorce o quince años consuman alcohol a altas horas de la noche, y esto está sucediendo.

¿Qué soluciones se pueden plantear para resolver una cuestión como esa?
Debemos pensar en qué sociedad queremos para nuestros hijos, y por eso pedimos responsabilidad. En este asunto, yo creo que tenemos que empezar de una vez por todas a ponerle nombre y apellidos a las cosas que estamos haciendo y asumir responsabilidades.