Durante las fiestas de La Peregrina, la Alameda y Reina Victoria se convierten temporalmente en un parque de atracciones. Carruseles, coches de choque, norias, barracas y numerosos puestos de comida se han instalado en esta parte de la ciudad y atraen a todo tipo de público. Finalizado el primer fin de semana de fiestas, el colectivo de los feriantes coincide en que ha acudido algo más de público que otros años, pero, a pesar de que el recinto está lleno, la inversión económica en los puestos y atracciones ha sido baja.
"Es cierto que el tiempo ha ayudado este fin de semana", reconoce Víctor, propietario de un carrusel infantil, que añade: "Gente hay, otra cosa es que gaste dinero en la feria. Muchos vienen a dar solo una vuelta y ver lo que hay".
Si bien el tiempo ha acompañado durante estos días, las previsiones de lluvia mantienen a los feriantes atemorizados. "Estos días viene lluvia, así que a saber qué tal se nos da la semana, pero no pinta bien", comenta David, propietario de un puesto de churros, algodón de azúcar y diferentes dulces. Raquel, responsable del hinchable de Mario Kart, coincide con él en que "está acudiendo más o menos la misma gente que otros años, pero si llueve, se acabó". "Ya se sabe lo que nos espera con la lluvia, todos los años tenemos la misma preocupación", añade Manuel desde su puesto de barracas.
A pesar del pronóstico poco favorable, los feriantes se mantienen optimistas: "Esperemos que siga viniendo gente estos días, como otros años que el primer fin de semana no es el de mayor éxito", comenta Sira, encargada de la taquilla del Saltamontes.
PARA LOS PEQUEÑOS. De acuerdo con los empresarios consultados, las atracciones infantiles son las que más éxito están cosechando. "Parece que las atracciones infantiles son las que mejor funcionan, en las barracas la gente no está gastando mucho dinero. Hasta las once de la noche no suele venir mucha gente", opina Manuel. Raquel coincide con él: "Es cierto que a los pequeños les gusta venir a la feria".
Sin embargo, no todos están de acuerdo con esto. Para David, propietario de una atracción de motos para niños, el inicio de las ferias no ha sido muy bueno. "Solo si no comemos, salvamos gastos", lamenta.
"Sí que es cierto que por las tardes viene más gente, pero a partir de las ocho hay apuro, los horarios están cambiando", observa Víctor desde su carrusel infantil. Las atracciones y puestos pensados para los no tan pequeños, en cambio, alcanzan su hora punta entre las diez y las once de la noche. "Estos días ha venido más gente a la noche, a ver qué pasa los próximos días", reconoce la responsable de la taquilla del Saltamontes.
