La reapertura de la iglesia de Salcedo se demorará más de lo previsto. El presupuesto de 130.000 euros que contemplaba el proyecto inicial diseñado por el Arzobispado para acometer los trabajos de restauración de las bóvedas, tejado, una de las torres de los campanarios y el coro se ha quedado muy corto. Las exigencias técnicas impuestas por la Comisión de Patrimonio de la Xunta de Galicia para abordar la actuación en el coro dispara el coste de las obras, cuyo importe se duplica.
La iglesia parroquial permanece cerrada desde el 4 de noviembre de 2018. Ese día el sacerdote Jesús Niño, propuso al Arzobispado la clausura del templo por motivos de seguridad y, con la "ayuda inapreciable" de un grupo de feligreses, trasladó al Centro de Espiritualidad Raíña da Paz todo el contenido transportable del templo (entre esos objetos destacan las imágenes y el órgano).
Estableció como soluciones el trasladar el culto ordinario al complejo de Raíña da Paz, mientras que las celebraciones extraordinarias (funerales, exequias) ofrece a las familias la posibilidad de realizarlas en el propio Centro de Espiritualidad de San Blas, en la iglesia de San José de Campolongo y en el templo parroquial de Bértola (Vilaboa).
El párroco ya había observado entre abril y mayo de 2018 ciertos desprendimientos del techo de las bóvedas. Pero fue el 30 de septiembre cuando saltaron todas las alarmas. Ese día, recuerda Jesús Niño, "en el intervalo entre las misas de las 9 y de las 12 se desprendió un trozo de mortero que podría haber causado mucho daño si llega a caer sobre una persona".
El sacerdote desplazó esa misma semana a Santiago para comunicar la situación al vicario general. "Me contestó que no se podía dejar caer un templo tan importante como el de Salcedo y me remitió a la Comisión de Economía del Arzobispado que, a su vez, me remitió al arquitecto de la Diócesis, Carlos Rosón Gasalla".
El estudio que efectuó el experto confirmó los peores presagios, ya que reveló el progresivo deterioro tanto de las bóvedas como del coro y de una de las torres de los campanarios. "Se llegó a la conclusión de que todo esto se debió a una malísima reforma y retejado que se había hecho hace más de 20 años", comenta el religioso.
Carlos Rosón elaboró un primer proyecto de restauración cuyo presupuesto era de 130.000 euros y lo envió al Arzobispado, que aprobó la inversión, si bien faltaba el visto bueno de la Comisión de Patrimonio de la Xunta.
Este órgano de la Consellería de Cultura examinó el proyecto a finales de enero. Fue en torno a abril o mayo cuando lo aprobó, pero solo parcialmente. No dio su OK a la solución propuesta para el coro.
"Rosón había presentado varios proyectos buenos y asequibles, que fueron rechazados uno tras otro por la Comisión de Patrimonio de la Xunta", lamenta Jesús Niño.
SOPORTES Y TIRANTES. Patrimonio aprobó el pasado jueves, día 12, el proyecto de restauración del coro que obliga a enmarcar toda la base con soportes que no se vean y, a mayores, instalar unos tirantes metálicos que atravesarían los muros del propio templo. "Esto hace disparar el presupuesto original", subraya el párroco. Recuerda que para reunir los 130.000 euros del plan inicial "la Diócesis iba a aportar un dinero y afrontar un préstamo sin interés. Además, cuando las obras comenzasen a ejecutarse teníamos previsto efectuar acciones de petición de ayuda en la parroquia".
Según Jesús Niño, el nuevo proyecto es "sumamente ambicioso pero no hay empresa en Galicia que pueda asumirlo. Habría que acudir a alguna firma de Madrid o Barcelona. Y es que a veces Patrimonio no tiene concepto de la realidad. No se da cuenta de que estamos en Galicia y que tenemos nuestras limitaciones. Es una visión no realista que trae como consecuencia que muchos centros históricos, entre ellos el de Pontevedra, se estén cayendo porque no es posible asumir las condiciones técnicas y presupuestarias que impone Patrimonio".
Para el cura de Salcedo la actitud de la Diócesis de Santiago ha sido "muy positiva y receptiva".
Jesús Niño asegura que "hoy en día la religión está sufriendo una gravísima crisis". En su opinión, "nunca la Iglesia a lo largo de toda su historia ha tenido una crisis similar" en la que, dice, coinciden tres factores: "La corrupción del alto y bajo clero (por ejemplo, la pederastia y la doble vida), la escasez de vocaciones y, lo más grave de todo, una acelerada indiferencia hacia todo lo religioso". "Nos encontramos con unas comunidades cristianas ancianas y con muchos obispos y sacerdotes (entre los que incluyo los nuestros) que se olvidan del sabio consejo del Padre Arrupe: Para afrontar los problemas de hoy no sirven las soluciones de ayer", sentencia el párroco de San Martín de Salcedo.
Parejas de hecho en niveles "menos evolucionados"
"Hay que distinguir entre parroquiano y feligrés. El parroquiano es el que vive en los límites de la parroquia y feligrés es el fiel, la persona que es coherente con lo que prometió y dijo", precisa Jesús Niño. El párroco de San Martín de Salcedo añade que en la actualidad la administración de los sacramentos ha disminuido. "Se mantiene el número de bautizados pero ha disminuido el de la Confirmación y muchísimo más el del matrimonio celebrado en la Iglesia" porque, según la experiencia del párroco, "a causas socio culturales (cultura y economía)". En este sentido, el sacerdote dice que el matrimonio de las parejas de hecho ("relaciones abiertas") son mucho más frecuentes en niveles sociales y culturales "menos evolucionados".
Historia. Pazo de Miraflores y templo, "los edificios más valiosos que posee Salcedo"
Jesús Niño asegura que, junto con el pazo de Miraflores, "el actual templo parroquial de San Martín es el edificio más antiguo y valioso, desde el punto de vista histórico y artístico, del patrimonio cultural que posee Salcedo".
Recuerda que la iglesia actual, de estilo neoclásico, sustituye a un antiguo templo que fue demolido en 1770. "El antiguo databa de los siglos XV y XVI, mientras que el actual es una impresionante construcción cuyo interior alcanza los 10,16 metros y una longitud de 26,65 metros. La distancia entre los extremos de los brazos laterales es de 15,51 metros.
"Los de Salcedo y San Bartolomé son los únicos templos que tienen dos campanarios", explica Jesús Niño.
"La construcción de la actual iglesia de San Martín se debe a la esplendidez del párroco que fue de Salcedo, Pedro Javier de Ulloa, cuya fortuna personal debía de ser impresionante porque a sus expensas se construyó la casa rectoral (1764), se realizó la ampliación de la capilla de San Blas (1762) y se edificó el templo de Salcedo, en cuyas paredes aparece la fecha 1774, mientras que en el remate de las bóvedas figura la fecha de 1775".
Para el religioso hay ciertos indicios (como por ejemplo la imagen del patrono) que revelan "una tardía colaboración o ayuda del arzobispo Malvar, natural de Salcedo, porque la imagen es un retrato idealizado de Manuel Ventura Figueroa, autor de la célebre fundación, hombre de confianza de Carlos III, arzobispo, presidente del Consejo de Castilla, etc., y al que Malvar le debió su episcopado. Ese detalle y las dos cruces metropolitanas que aparecen en los campanarios indican esta colaboración".
