Primera condena por vender objetos robados en el mercadillo de A Verdura

Varias decenas de artículos sustraídos en una vivienda pasaron por las manos de dos cacos hasta que fueron puestos a disposición de los ciudadanos en la céntrica plaza. Dos individuos, culpables de delitos de receptación
Una imagen del mercadillo dominical de A Verdura.
photo_camera Una imagen del mercadillo dominical de A Verdura.

En la madrugada del 16 al 17 de mayo de 2013, una persona cuya identidad no pudo ser aclarada por los investigadores forzó la cerradura de una vivienda deshabitada de Pontevedra y se llevó de ella numerosos objetos que se hallaban en su interior.

Esos artículos fueron a parar, previo pago de 50 euros, a las manos de un individuo de nacionalidad portuguesa, que a su vez se los vendió a un hombre que los puso a disposición de todos los ciudadanos en el mercadillo de antigüedades que cada domingo se instala en la Praza da Verdura. Tanto el luso como el pontevedrés acaban de ser condenados a seis meses de prisión y a la devolución de todos los objetos a su legítima propietaria, en un dictamen que acaba de ser confirmado por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial y contra el que ya no cabe recurso alguno.

El juez les impuso seis meses de prisión pese a que ambos encausados devolvieron a su propietaria los artículos sustraídos

Los objetos sustraídos que, a sabiendas de su procedencia ilícita, adquirió el súbdito portugués a la persona no identificada que perpetró el robo en la vivienda pocas horas más tarde del mismo eran una fuente oval con motivos florales con dos platos a juego, una estatuilla que representaba a un hombre y una mujer, una fuente ovalada blanca, dos soperas blancas con bordes dorados, un espejo giratorio, un jarrón azul de porcelana, una fuente blanca con flores, una lechera de cerámica con tapa, un plato decorativo, una figura en forma de cisne, una jarra de porcelana, un mechero metálico con base de metacrilato, una bandeja de cerámica blanca, una fuente grande ovalada, un jarrón con motivos florales, un macetero blanco y un plato decorativo de porcelana, una jarra de cristal, una figura decorativa, un juego de café decorativo con doce servicios completo, trece platos de porcelana con una fuente a juego, un plato floreado, tres candelabros metálicos, una jarra pequeña de color blanco, un cruceiro pequeño y un plato decorativo.

Seis días más tarde, el condenado de nacionalidad portuguesa le ofreció al pontevedrés a cambio de 20 euros parte de los objetos que previamente había adquirido, ''a sabiendas de su procedencia ilícita'', según relata el juez en su sentencia.

El primer domingo después de haberlos comprado, el condenado puso los artículos a la venta en el mercadillo de antigüedades de la Praza da Verdura.

Entre las argumentaciones esgrimidas por uno de los acusados en su recurso destacó la de que el vendedor era ''un proveedor de feriantes con una antigüedad de por lo menos 20 años'', exponiendo que desconocía que los objetos eran sustraídos. Tal argumentación no convenció al Tribunal. El encausado también trató de poner sobre la mesa los datos identificativos del presunto autor del robo (ofreciendo un nombre y un apellido de otro súbdito portugués). Nada de ello convenció al tribunal provincial, que validó el dictamen efectuado en su día por el Juzgado de lo Penal 3 de Pontevedra.

Los condenados devolvieron los objetos sustraídos a su legítima propietaria.

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