Los dos primeros camiones cargados con la ayuda aportada estos días por los pontevedreses saldrá el lunes del almacén de Vilagarcía rumbo a Ucrania, previo paso por el ‘check point’ de Polonia, donde Fundiciones Rey tiene su base logística. Son 40 toneladas de víveres y productos de primera necesidad, pero aún quedan muchos más, pendientes de poder ser trasladados al foco del conflicto.
En cada camión irán dos conductores para no tener que realizar más que las paradas indispensables y poder alcanzar su objetivo en unas 50 horas, es decir, en torno al miércoles.
La nave de 10.000 metros cuadrados de Ribadumia, cedida altruistamente para almacenar las toneladas de solidaridad, comienza a quedarse pequeña y Fundiciones Rey necesita urgentemente financiación para poder mantener este circuito de ayuda. No en vano, cada camión con destino a Polonia cuesta 4.000 euros.
Una vez en Polonia, la carga será traspasada en la frontera con Ucrania a otros vehículos, que se encargarán de repartirla por las zonas con mayor demanda.
Elías Cochón, uno de los promotores de esta acción, recuerda que además de haber llevado a cabo esta campaña, la empresa también se ofrece a asesorar a los camioneros que pongan rumbo a Ucrania, porque dispone de la experiencia derivada de haber trabajado comercialmente con este país a lo largo de los seis últimos años.
Paralelamente, el empresario negocia con otras firmas el envío de un autobús para traer refugiados a la provincia. La idea es fletar el vehículo repleto de víveres y medicamentos, también con doble chófer, y regresar con el máximo número posible de refugiados, así como con los alimentos necesarios para el viaje de vuelta.
También viajará una traductora para poder entenderse con las familias ucranianas. "Nuestra intención es facilitar los medios para ayudar a todas las personas que podamos. Una vez aquí, muchas personas de Vilagarcía y otros concellos nos han expresado su disposición de dar acogida a los refugiados", dijo.
"NECESITAMOS FINANCIACIÓN URGENTE". Elías Cochón no quiere protagonismos. Asegura que es uno más de los miles de pontevedreses que han pasado a la acción para ayudar al pueblo ucraniano, aprovechando que disponía de una impagable logística.
Sin embargo, matiza que todo este esfuerzo conlleva un importante desembolso económico al que no puede hacer frente en exclusividad. "Yo puedo poner dos camiones, quizás alguno más, pero hace falta financiación para costear los otros que harían falta para llevar toda la ayuda que tenemos almacenada", apunta.
Como ejemplo cita que dispone de un tráiler repleto de medicinas y productos sanitarios, valorados en unos 100.000 euros, que no puede desplazar por falta de recursos. "Donde tiene que estar ese material es allá, en los hospitales, que es donde hace falta, y no acumulado en una nave", se lamenta, a la espera de que recibir algún tipo de aportación.
