Algo más de luz al final del túnel. Eso es lo que vislumbra el alcalde acerca de los planes trazados para la finca del convento de Santa Clara, cuyas monjas abandonaron el recinto el pasado mes de septiembre.
Lores informó este lunes de que viene de celebrar una reunión con la madre superiora de las Clarisas gallegas, en Santiago de Compostela, y que la portavoz tendió lazos para llegar a una posible colaboración. "Transmitinlle personalmente a nosa proposta de incorporar parte da área no espazo público e valorouno positivamente (...). As Clarisas teñen en Galicia catro conventos (en Pontevedra, Santiago, Alllariz e Ribadeo) e están vendo que é complicado manter actividade en todos eles".
Ahora mismo el principal condicionante es saber qué ocurrirá con la función del convento, pues la orden religiosa todavía no ha decidido si la suspensión de actividad es temporal o definitiva. La decisión se adoptará en Santiago a mediados de enero, para cuando está prevista la visita de la presidenta de las Clarisas de España, Sor María del Rosario Sánchez Muñoz.
El alcalde espera tener la oportunidad de dialogar con la máxima responsable de la orden sobre los planes municipales y las distintas posibilidades de cooperación. Según avanzó, la primera opción contempla el uso público de la zona ajardinada a cambio del mantenimiento del edificio, pero existen muchas otras vías de colaboración.
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