El covid que todo lo marcó en 2020, cinceló también el comportamiento social del primer día de 2021. Con paseos, deporte y reuniones en familia, pero sin resacas festivas ni hostelería abierta desde primera hora de la mañana. Así recibieron el Año Nuevo los pontevedreses en una primera jornada convertida en el preludio de la ola de frío que recorrerá Galicia durante los próximos días y que dejará la Boa Vila al borde de los cero grados entre el lunes y el miércoles.
En realidad, las temperaturas gélidas comenzarán a percibirse a partir de este mismo sábado, con el termómetro situado en mínimas de tres y cuatro grados y máximas que apenas llegarán a los nueve.
El lunes, Meteogalicia pronostica mínimas de apenas tres grados y máximas situadas por debajo de los diez. Será el martes y el miércoles cuando el frío se instale en la comarca y congele el termómetro, que oscilará entre los cero y los siete grados.
El viernes, la lluvia respetó la mañana pero hizo acto de presencia intermitente durante toda la tarde. Tráfico confirmó que no se registraron incidencias de consideración en la provincia pese al frío y a las tímidas nevadas en el interior del Deza. La Guarda Civil recomienda extremar la prudencia en los próximos días por la posible aparición de hielo en las carreteras.
Las estaciones de tren y autobús registraron una tímida llegada de pasajeros y los servicios de guardia hospitalaria se desarrollaron sin mayores problemas.
El autocovid siguió trabajando el viernes con normalidad aunque con menor afluencia de pacientes para someterse a las pruebas PCR. Para este sábado se espera que la vacunación continúe en las residencias de mayores de la provincia.
