Príncipe Felipe recoge en un informe 5 agresiones graves en el último año

Además, en los últimos seis meses se registraron 29 incidencias protagonizadas por menores violentos
Vista de la Ciudad Infantil Príncipe Felipe
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Daños en los inmuebles, consumo de sustancias estupefacientes, posesión de armas blancas o agresiones físicas a los trabajadores del centro e incluso a los vecinos de las proximidades. Estas son solo algunas de las incidencias que la dirección del Centro Príncipe Felipe remite en un informe a la Xunta de Galicia.

Así, desde junio de 2016 se han producido seis incidentes, cinco de los cuales fueron agresiones y algunas provocaron la presentación de denuncias ante la Fiscalía de Menores. Uno de ellos fue el que se dio a conocer hace unas semanas y en el que un trabajador del centro acabó con el pómulo roto y pendiente de una intervención quirúrgica.


La dirección del centro solicitó a la Xunta una intervención inmediata en tres informes en 2016 y cinco en lo que va de 2017


Además de ese caso, en el informe se registran otros episodios de este tipo, como los golpes propinados a una educadora en mayo de este año o la agresión a un trabajador sobre el que un grupo de jóvenes se abalanzaron para pegarle por recordarles la prohibición de fumar. Del mismo modo, en diciembre de 2016, una educadora recibió patadas y puñetazos de un menor que se negaba a ordenar su armario.

VECINOS. Otro de estos incidentes afecta a un vecino de Mourente que padeció una "agresión moi grave" durante las fiestas navideñas de 2016 por parte de menores derivados por la Consellería de Política Social al centro. También los padres de la Escola de Educación Infantil Chupetes (dentro de la Ciudad Infantil) interpusieron una reclamación ante Inspección de Familia e Menores de la Xunta de Galicia por la presencia de jóvenes del centro consumiendo sustancias estupefacientes y protagonizando peleas en las inmediaciones del centro.

El informe se hace eco de otras 29 incidencias de menos gravedad que tienen que ver con la destrucción de mobiliario, la manipulación del sistema eléctrico para dejar las instalaciones sin luz, el vaciado de extintores o las fugas del centro, a pesar de que una empresa de seguridad que vigila las instalaciones. "Son un grupo moi pequeno de catro ou cinco rapaces que baixan a Pontevedra e logo, cando queren volver, arman algún lío para que a Policía os devolva ao centro", explicó el vicepresidente de la entidad, César Mosquera, en una convocatoria celebrada este jueves en la que insistió en la intención de la Deputación de que el centro siga funcionando.

Para ello, la diputada responsable del centro, Eva Villaverde, aclaró que están comprometidos con que el centro funcione lo mejor posible y por eso instó a la Xunta a cambiar el convenio que ambas administraciones tienen en la actualidad para derivar menores tutelados por la Xunta al mismo. "Nós non estamos parados, queremos ter unha reunión para solucionar esta situación", explicó este jueves Villaverde, que ya propuso hace unos días varias condiciones para la renovación de dicho convenio (que se cree una sección independiente para acoger a los jóvenes problemáticos y que el centro sea gestionado según los criterios de sus trabajadores, sobre todo en lo que se refiere a informes sobre admisiones y permanencias de menores).

De este modo, Mosquera y Villaverde indicaron que el problema de la violencia se tiene que resolver. "É unha liña vermella", dijo Mosquera. El documento entregado este jueves a los medios y elaborado por la dirección de Príncipe Felipe habla de tres informes remitidos a la Xunta en 2016 y cinco en lo que va de 2017.

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