Los profesionales sanitarios afrontan su peor verano

La estallido de casos covid y la falta de personal para cubrir las ausencias desembocan en una sobrecarga de trabajo difícil de asumir

 

Cribado realizado en el centro de salud de Baltar. JAVIER CERVERA - MERCADILLO
photo_camera Cribado realizado en el centro de salud de Baltar. JAVIER CERVERA - MERCADILLO

La explosión de contagios por covid, sumada a las vacaciones, la llegada de turistas y la resaca de cuatro olas de un virus que no se rinde, ahoga cada vez más a las distintas categorías profesionales que actúan en el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés. Muchos definen la situación de "insostenible" y otros incluso advierten de que, si esto no se reconduce, el sistema sufrirá mermas importantes. La cuerda está muy tensa y un porcentaje notorio de la plantilla "ya tiene sus años".

La falta de efectivos para cubrir las bajas, los días de descanso o las cuarentenas motivadas por la pandemia está obligando a los facultativos a atender a más pacientes por jornada, llegando a cifras de récord de hasta 80 consultas por turno. Y a nivel de enfermería la cosa no pinta mejor. La campaña de vacunación y los cribados consumen muchos recursos humanos en una categoría en la que se ha cronificado la falta de manos, más aún en verano.

"Nalgún momento faremos crac", advierten en Primaria

Diario de Pontevedra ha sondeado cómo está la situación entre trabajadores de Atención Primaria, Puntos de Atención Continuada (PAC), Urgencias y Atención Hospitalaria, y esto es lo que han contado.

Trabajo "a destajo" en Baltar, con menos personal y más covid

El Centro de Salud de Baltar, donde se presta asistencia a la población de Sanxenxo y Portonovo, es uno de los puntos calientes del área en los que más se acusa la sobrecarga de trabajo. Fuentes médicas explican que de la plantilla habitual, integrada por tres pediatras y siete médicos, solo están trabajando tres (debido a bajas y vacaciones) y que, además, este año se ha suprimido el refuerzo de dos facultativos que se suele hacer en verano para atender a los desplazados (que llegan a multiplicar por ocho la población habitual). Como consecuencia, los médicos en activo deben dedicar la mitad de la jornada a atender a los turistas y la otra mitad a atender su cupo y el de los compañeros ausentes, llegando a superar las 80 consultas diarias.

En horario de tarde y noche el centro funciona como PAC (Punto de Atención Continuada) y de nuevo la reducción de efectivos pasa factura. El Área Sanitaria no ha incorporado el equipo de refuerzo que solía activar en la campaña estival, de modo que un médico y una enfermera (dos de cada categoría durante los fines de semana) están solos para plantar cara a una demanda interna e importada que está siendo muy elevada. Si el centro de salud atiende a unos 80 desplazados al día en horario matutino, el PAC atiende a un promedio de 70 y por las noches "es casi como pasar una consulta" con hasta 30 pacientes entre las 00.000 y las 08.00. "La situación es muy dura, porque después de trabajar a destajo y hacer un sobreesfuerzo personal por la noche tienes que seguir atendiendo como si estuvieras fresco. Estamos trabajando con sobrecarga no, lo siguiente", denuncia uno de los profesionales del centro.

"La plantilla está reventada y machacada", alertan en Urgencias

Dentro de la actividad asistencial, los casos covid son una realidad creciente. En lo que va de semana se estima que el centro sanxenxino prestó asistencia a unos cien turistas con covid y los profesionales creen muy probable que el montante siga creciendo. El grueso de la campaña de verano empieza a partir de la segunda quincena de julio y la incidencia evoluciona al alza.

Atención Primaria trabaja "a un ritmo imposible"

"Desbordados". Es la palabra más citada por los médicos de Primaria que están al pie del cañón. Xoán Carlos Eirea, doctor en el centro de salud de Bueu, es uno de ellos y afirma que la mayoría de los profesionales del área sanitaria están trabajando "a un ritmo imposible, a "full time" (tiempo completo), con todo o que iso supón para a nosa saúde e a dos nosos pacientes".

En los 30 años que lleva en la profesión asegura que jamás había encarado unas agendas tan sobrecargadas con consultas propias, ajenas y de desplazados, una rutina que le empuja a pisar el acelerador desde el minuto uno. "Moita xente se sorprende cando lles chamo ás oito da mañá, pero é que se non o fago, non dá tempo", explica.

Eirea afirma que esto está haciendo mella en muchos compañeros, con problemas de insomnio y ansiedad, y sospecha que "non faltará moito para que se produza unha gran crise ou mobilización, porque a xente non pode seguir traballando así (...). Pensabamos que non podíamos ir a peor, pero sempre se pode empeorar e realmente nalgún momento faremos crac". El especialista replica la versión oficial de que no hay personal disponible para contratar y afirma que la gran carencia es la falta de capacidad "para atraer aos profesionais e contratalos", así como la baja tasa de reposición de las plazas que van quedando vacantes.

La presión asistencial que se vive en Bueu se replica en muchos otros centros del área sanitaria, en los que la covid ha agravado la situación. Y no solo a nivel de medicina o enfermería. El personal administrativo "está que hierve" con las nuevas encomiendas, entre las que destaca la expedición de los certificados covid. "Están sobrepasados", indica una de las fuentes consultadas.

Urgencias de Montecelo, con picos de más de 200 entradas

La radiografía de Urgencias de Montecelo no arroja mejor diagnóstico. Tanto el plantel médico como el de enfermería afrontan una etapa con alta presión asistencial, con picos que han llegado esta semana a las 200 consultas. Hay muchos cuadros derivados de los PAC y los casos de covid "se han incrementado" notablemente en los últimos días, superando los siete positivos por turno.

La necesidad de efectivos obliga al personal a hacer un sobreesfuerzo y, según indica uno de los profesionales, "la plantilla está reventada y machacada, por todo lo que llevan vivido y porque hay personal al que le sigue tocando doblar algunos días. Obviamente te pagan por ello, pero te pasa factura porque muchas veces es a costa de tu descanso".

La situación, que "se repite en las unidades de críticos y otras plantas", ha llevado a algunos profesionales a solicitar la reincorporación voluntaria a Urgencias, como es el caso de Ramón Otero, que pidió aparcar su condición de liberado sindical para sumarse a la unidad, en la que ha trabajado como enfermero más de una década. "Tenía conocimiento de que en Urgencias había tensión por la imposibilidad de cubrir algunas bajas, por lo que pedí incorporarme dos quincenas (desde el pasado viernes)". Pasado ese tiempo, quedará "a disposición de las necesidades del servicio".

La rama de hospitalización, la que mejor respira

A nivel hospitalario la presión que ejercen los pacientes covid es menor que en otras partes del sistema sanitario. De hecho, los enfermos están siendo ingresados en el servicio de Neumología y Medicina Interna, ya que la unidad covid como tal sigue suspendida. El jefe del primer departamento, el neumólogo Adolfo Baloira, indica que los profesionales del servicio están siendo "muy ágiles" en el manejo de los pacientes y que, por el momento "no estamos teniendo problemas". El mayor déficit se concentra de nuevo en el personal de enfermería, "que sí está en una situación bastante complicada" por la falta de recursos humanos.

A pesar de que la variante Delta tiene una capacidad de transmisión un 35% mayor que la británica, "que ya era un 55% más transmisible que la china", Baloira asegura que esta quinta oleada "tiene muy poco que ver con las previas" en cuanto a hospitalización. Según dice, el porcentaje actual de ingresos oscila entre el 1% y el 1,5% de los casos totales, "cuando en otras etapas este índice era del 8% o 10% del total de casos", el volumen de casos graves es muy bajo y pronto el área llegará a los dos meses sin ningún fallecido por coronavirus, "un dato de los que arrojan más perspectiva sobre lo que está sucediendo".

El especialista augura que "seguro que vamos a seguir teniendo bastante casos de covid" y que las tasas de contagio "no descenderán demasiado", pero también predice que el número de casos graves se debería mantener en niveles bajos. "En Cataluña sí ha aumentado, pero tiene la tasa de incidencia más alta entre las personas de menos de 30 años, con una incidencia de entre 1.500 y 1.600 casos por cada 100.0000 habitantes. En parte esto se debió a los botellones que estuvimos viendo durante semanas, que hay que recordar que legalmente están prohibidos, por eso me parece correcta la decisión de cerrar parques y playas por la noche, porque son lugares de fiesta habituales en verano. Es una medida que puede tener más impacto que limitar las reuniones a cuatro personas o limitar un aforo del 50% al 30%, algo que tiene impacto cero en la transmisión. Hay que tomar medidas que tengan ciertas evidencias y probablemente algunas de las más eficaces sean la implantación de restricciones intensas en los lugares de ocio y exigir certificados de vacunación o PCR negativa para viajar o entrar en lugares concretos de ocio. No podemos permitir otra cosa", concluye.

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