Proponen limitar a 30 el puente de A Barca

La Xunta plantea la renovación del firme y el aislamiento de la fachada de las Doroteas como medidas extra para combatir el ruido generado por el tráfico ► El viaducto, por el que pasa la PO-531, es el único tramo de la ciudad incluido en el plan autonómico contra la contaminación acústica por su cercanía a viviendas y colegios
Tramo del puente de A Barca que se propone limitar a 30 kilómetros por hora. BEATRIZ CÍSCAR
photo_camera Tramo del puente de A Barca que se propone limitar a 30 kilómetros por hora. BEATRIZ CÍSCAR

La Xunta plantea limitar la velocidad del puente de A Barca de 50 a 30 kilómetros por hora. La propuesta parte de un estudio técnico realizado por la Consellería de Infraestruturas para luchar contra la contaminación acústica. El proyecto en cuestión afecta a un tramo de 100 metros del viaducto, el más cercano a Pontevedra, que es el más próximo a zonas residenciales y escolares.

El plan autonómico, que fue sometido a información pública a finales del año pasado, no solo incluye la zona 30 para reducir el ruido que provocan los vehículos que transitan por el viaducto. También contempla medidas como la renovación del pavimento y la mejora del aislamiento de la fachada del Colegio Concertado Plurilingüe Nuestra Señora de los Dolores, conocido popularmente como Doroteas.

El informe técnico calcula además el coste económico de esta intervención, que sitúa en 53.165,96 euros (IVA incluido). La mayor parte del presupuesto, más del 60%, se invertiría en el centro educativo.

La limitación de la velocidad en A Barca no se acompaña de ninguna medida para la reducción del tráfico. El tránsito del puente se ha visto afectado desde 2020 por el cierre de Raíña Vitoria, que el Concello justificó primer por la pandemia del coronavirus y después como alternativa para rebajar el tráfico de paso y de agitación por el centro y cumplir así con la Ley del Cambio Climático sin tener que cobrar peajes o prohibir el paso de los automóviles más contaminantes por la ciudad.

El de A Barca fue el segundo viaducto sobre el río Lérez. Se inauguró en 1871 y sufrió distintas reformas a lo largo de su historia. La última de ellas la ejecutó la Xunta en 2019, costó 930.809 euros y consistió en el cambio de la marquesina y otras mejoras, que no incluyeron la intervención en las aceras.

El Concello de Pontevedra reclama desde hace años que el puente tenga un único sentido de circulación, un planteamiento que el Gobierno gallego siempre ha rechazado.

Concellos de la ría

 El plan contra la contaminación acústica que impulsa Infraestruturas no incluye ningún otro punto conflictivo en la capital provincial, pero sí en otros municipios de la ría, como Poio, Sanxenxo y Bueu.

En territorio poiense plantea la intervención en dos tramos de la PO-308. El primero, de 1,48 kilómetros, empezaría en la avenida de Andurique y se extendería por parte de la parroquia de San Salvador y propondría la zona 30 (ahora está a 50 kilómetros por hora) y el estrechamiento de carriles. La segunda intervención abarcaría un tramo de 580 metros en la avenida de O Covelo (Samieira) para reducir la velocidad de 60 a 50 kilómetros por hora, introducir medidas de calmado de tráfico y renovar el firme.

En Sanxenxo también se actuaría en la PO-308, concretamente en la Rúa do Progreso. La actuación se ejecutaría en los 1.220 metros del vial e incluiría la zona 30 (ahora está a 50), cambio del pavimento y la regulación semafórica.

En el caso de Bueu, las obras se harían en un tramo de 2.260 metros de la PO-551 y también contemplarían el límite 30, cambio de pavimento y mejoras del sistema semafórico.

Comentarios