Un maltratador nunca es un buen padre, existe violencia machista más allá de la pareja y el machismo se combate desde las aulas y la sensibilización de toda la sociedad. Son tres argumentos de los que parten expertas y activistas para exigir medidas urgentes contra la violencia machista.
El primero de ellos tiene que ver con la urgencia de limitar o suprimir el régimen de visitas y la patria potestad de los maltratadores sobre sus hijos, tal y como exponen las expertas. En este sentido, un hombre con una orden de alejamiento de su expareja puede mantener vigentes los encuentros con los hijos en común, un aspecto que critican las expertas. "Non pode ser que haxa mulleres que volvan cos seus maltratadores para protexer aos fillos e non ter que deixalos a soas con eles", cuenta la agente de Igualdade del Concello de Pontevedra, Mercedes Renda, que aboga por separar a los maltratadores de sus hijos hasta que se reeduquen.
Por otra parte, la directora del CIM de Pontevedra, Rosa Campos, apunta a la posibilidad de crear una nueva figura que supervise y haga un seguimiento de los encuentros entre el padre y el menor para que no se produzcan situaciones de riesgo ni para la madre ni para el niño o niña.
Entender la magnitud del problema para luchar contra él forma parte del trabajo de sensibilización. Es importante contar a todas las víctimas de violencia de género, independientemente de si existe relación sentimental previa con el agresor, lo que incluye violaciones, trata de mujeres con fines sexuales, crímenes como el de Diana Quer o los de las dos mujeres de Valga asesinadas por su yerno y cuñado, respectivamente, en septiembre. La legislación gallega de 2007 va un paso por delante con respecto a la estatal y ya otorga el estatus de víctimas de violencia de género a quienes viven todas esas situaciones.
"Non morremos, asasínannos, hai que erradicar os titulares que non falan de asasinato, por exemplo"
Además, en la Comunidad no es necesario pasar por un proceso judicial para acceder a los recursos disponibles para las víctimas, sino que basta con tener el informe de una profesional de un CIM. Esta medida es una de las que reclaman las feministas a nivel estatal para cumplir con el Convenio de Estambul, que busca dar cobertura jurídica y social a todas las mujeres víctimas de violencia machista, entendiendo este concepto de forma más amplia que en la actualidad.
Una pata fundamental para cambiar el mundo y construir una sociedad sin violencia hacia las mujeres pasa por la educación. "O que se aprende de pequenos é o que determina como vai ser a nosa vida. Non se ten sempre acceso á educación igualitaria dentro das casas, por iso é fundamental o papel do profesorado", explica la activista Cynthia Piña, que da una especial importancia a este aspecto, recogido también en el Convenio de Estambul. En este aspecto incide también la agente de igualdad del Concello, Mercedes Renda, que indica que la igualdad en la educación debe ser transversal y continua, con figuras que velen por ella desde las edades más tempranas.
También la coordinadora estatal de las Escuelas Unesco e integrante del colectivo Comando Mazá, Luisa Márquez, señala la importancia de la escuela en la lucha contra esta lacra. "É moi importante traballar co alumnado para construír, desde o seu propio interese, unha concienciación que xenere activistas sociais no futuro", explica.
Pero no solo se trata de educar a las generaciones más jóvenes, sino de sensibilizar a toda la ciudadanía de un problema real, que causa asesinatos todas las semanas y tiene su origen en una estructura social machista y patriarcal. "Cada vez que matan a unha muller hai milleiros de vítimas que pasan terror por ser elas tamén asasinadas. Non se pode permitir un discurso que minimice isto, que o relativice ou o negue", cuenta Renda, que insiste en la necesidad de crear una postura firme y contraria a la violencia "sen fendas",
En este punto es importante también el papel de los medios de comunicación. "Non morremos, asasínannos, hai que erradicar os titulares que non falan de asasinato, por exemplo", explica Cynthia Piña sobre la necesidad que emplear el lenguaje de forma clara y sin medias tintas, una opinión que comparten sus compañeras. "Este é un tema moi grave que non admite o morbo nin a broma, ten que ser tratado nos medios como o terrorismo", termina Renda.
