La provincia acogió a 450 venezolanos solo en el primer semestre de 2017

Ocho venezolanos al día abandonan el país caribeño para vivir en Galicia. Más de la mitad de ellos tienen la nacionalidad española por su ascendencia gallega. Así, solo en el primer semestre del año pasado, 1.472 venezolanos llegaron a la comunidad, 450 de ellos a la provincia de Pontevedra. Al mismo tiempo, la comunidad latina desciende en la Boa Vila, pero el número de venezolanos censados ha crecido en los últimos cinco años. Si en 2012 eran 171, ahora son 223.

La situación de tensión política en el país caribeño ha motivado la marcha de multitud de gallegos que otrora saltaron el charco para buscarse la vida. "É difícil contabilizar a todos os que chegan, porque ultimamente veñen incluso con visado de turismo", explican fuentes de la Secretaría Xeral de Emigración.

Como respuesta a la crisis venezolana, la Xunta de Galicia ha incrementado en 400.000 euros el presupuesto destinado a ayudas para residentes en Venezuela y emigrantes retornados en 2018. En materia de retorno, el 80% de las ayudas extraordinarias para este fin –unos 484.975 euros– fueron para gallegos en Venezuela. Del mismo modo, una cuarta parte de las becas para estudiantes en el exterior y un 42% de las ayudas al retorno emprendedor fueron a parar a gallegos emigrados en Venezuela.

El 80% de las ayudas para el retorno de emigrantes de la Xunta, un total de 484.975 euros, fueron a parar a gallegos en Venezuela

 

La situación es especialmente complicada para los pensionistas que cotizaron toda su vida en Venezuela y que se han retirado en Galicia. Lo explica Manuel Pérez, presidente de la Asociación de Amigos de Venezuela y de la Federación Venezolana de Galicia (Fevega): "Atendemos a jubilados venezolanos que no están recibiendo su pensión y tienen que acudir a Cáritas o pedir ayuda a sus hijos para poder subsistir en España".

pensionistas. Desde diciembre de 2016 las personas que reciben una pensión de Venezuela en el extranjero han dejado de cobrarla. El problema surgió porque los jubilados cobraban su prestación en base al cambio preferencial (10 bolívares por euro), pero la realidad era que en el mercado el valor de la moneda venezolana era mucho menor debido a la hiperinflacción, que provoca que el bolívar se haya devaluado. Así, el Gobierno de Maduro, en vez de reajustar las pensiones a los venezolanos en el extranjero, optó por suspenderlas. De este modo, aunque Venezuela tomase la decisión de reanudar el pago de las mismas, estas tendrían un valor muy bajo, "de unos siete euros", según el presidente de la Federación Venezolana de Galicia.

Manuel Pérez: "Atendemos a pensionistas venezolanos que para subsistir tienen que recurrir a Cáritas o a sus hijos"

 

Así, para el Gobierno español, consta que los jubilados venezolanos están cobrando una pensión, lo que les excluye de cualquier tipo de ayuda de auxilio social en España. Es el caso de Lola Cruz, venezolana que vive en Galicia desde 2003 y que lleva más de dos años sin cobrar. A sus 74 años, ha tenido que volver a trabajar como costurera. Ella es una de los 3.000 pensionistas venezolanos en Galicia en esta situación.

En su caso, trabajó en Venezuela desde los 15 hasta los 60 años, cuando decidió volver a Galicia para estar más cerca de su familia. Los primeros años cobró su pensión con normalidad y, aunque vendió sus propiedades en Venezuela, el dinero no le dio para gran cosa. "Menos mal que he heredado un piso de mis padres, si no no sé cómo haría para poder vivir", lamenta.