Con una cifra de 473 bebés nacidos durante todo el mes de septiembre, la natalidad sigue resintiéndose en la provincia de Pontevedra. Así lo muestran los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), según los cuales, en los nueve primeros meses del año vivieron al mundo 3.894 niños y niñas en el territorio provincial, que son un 4,08% menos que en el mismo período de 2021 y un 13,86% menos si lo comparamos con 2019, es decir, con antes de la pandemia.
Una vez más, las cifras de Pontevedra no son tan alarmantes como las de otros territorios de interior, pues en Ourense en todo septiembre solamente nacieron 110 pequeños y en Lugo,156. Las Rías Baixas son, de hecho, el segundo territorio con más nacimientos en Galicia, solo por detrás de A Coruña, donde se registraron 548 nuevos bebés.
Tampoco septiembre ha sido, ni mucho menos, el mes con los peores datos, sino todo lo contrario. Solo agosto (con 477 nacimientos) fue mejor. En febrero, por ejemplo, solo se habían contabilizado 388 en toda la provincia.
Con todo, el descenso continuado de la natalidad que se viene registrando desde hace años tiene consecuencias que se notan cada vez más, tanto en la provincia como en el conjunto del territorio gallego y estatal.
El primer efecto es un envejecimiento cada vez mayor de la población. Según el INE, el 23,62% de las personas censadas en la provincia de Pontevedra tiene más de 65 años, es decir, está en edad de jubilación, por lo que cada vez son menos los que cotizan y más los que cobran una pensión, algo que claramente desequilibra la balanza y pone en jaque a largo plazo el mantenimiento del sistema de pensiones tal y como lo conocemos hoy.
El 23,6% de la población de la provincia ya está en edad de jubilación
La parte positiva del actual escenario demográfico es el aumento de la esperanza de vida, que en la provincia de Pontevedra también se nota. En este año 2022, el 17,6% de la población pontevedresa tiene más de 70 años y los mayores de 80 años ya suponen el 7,42% del total de habitantes. Es más, un 1,60% de personas tienen más de 90 años y también ha aumentado el número de centenarios, que en la actualidad representan un 0,05% de la población provincial.
Con todo, según los datos emitidos por el INE, hasta el 30 de octubre el conjunto de concellos pontevedreses registraron 8.365 fallecimientos, que son un 6,07% más que en los mismos meses del año pasado y un 9,59% más que en el mismo período de 2019, antes de que comenzase la crisis sanitaria de la covid-19.
En septiembre, de media nacieron menos de 16 niños al día en los municipios pontevedreses
Este revoltijo de cifras de natalidad, mortalidad y esperanza de vida ha trastocado la famosa pirámide demográfica, que cada vez estrecha más su base y va engordando por las franjas superiores, dejando un escenario de menos niños y más ancianos.
En 2021, la tasa bruta de natalidad (es decir, el número de nacidos por cada mil habitantes) fue del 5,78 en la provincia de Pontevedra, siguiendo una tendencia a la baja que se viene produciendo desde hace años. Una década atrás, esa tasa era del 8,57, pero en todo este tiempo el descenso ha sido continuado.
Las estadísticas publicadas por el INE muestran otra tendencia que se sigue consolidando: la edad cada vez más tardía de las madres para concebir. De los 473 bebés nacidos en la provincia en el mes de septiembre, 146 fueron de mamás de entre 30 y 34 años; 145 tenían entre 35 y 39 años; y otras 75 tenían entre 40 y 44 años de edad, mientras que ocho niños nacieron de madres mayores de 45. En el lado contrario de la balanza, solo 62 nacimientos correspondieron a mujeres de 25 a 29 años y otros 36 bebés fueron de mamás menores de 24 (cinco de ellas con edades comprendidas entre los 15 y los 19).
