El proyecto de Tafisa elevará a 1.611 las plazas de los parkings disuasorios

► Pontevedra tiene nueve aparcamientos gratuitos en el ámbito urbano y sumará otro más con la obra en la parcela del Edificio das Artes ► Los estacionamientos libres del centro se limitarán

Imagen del viernes en el parking disuasorio pegado a Xosé Malvar. RAFA FARIÑA
photo_camera Imagen del viernes en el parking disuasorio pegado a Xosé Malvar. RAFA FARIÑA

El proyecto para construir una nueva zona de aparcamiento en los antiguos terrenos de Tafisa elevará a 1.611 las plazas de los parkings disuasorios. Pontevedra dispone en la actualidad de nueve aparcamientos de este tipo, de carácter gratuito, y sumará uno más a medio plazo con el que el Concello prevé en la parcela del frustrado Edificio das Artes de la Universidade de Vigo, que sigue en el cajón por falta de financiación.

En este mismo solar, el que ocupaba la fábrica de tableros, se abrió el último gran estacionamiento de la ciudad, pegado a Xosé Malvar. La instalación se inauguró en abril del año pasado con 66 puestos libres.

El resto de plazas se reparten en ocho puntos distintos del ámbito urbano: al lado del estadio de fútbol de Pasarón (un centenar), cerca del IES Torrente Ballester (cien), en A Parda (otras cien), en la explanada del Recinto Feiral (470), en Alexandre Bóveda (155) y en el puerto de As Corvaceiras (160). Aunque en este último punto no está permitido estacionar, lo cierto es que hasta ahora Portos de Galicia ha sido flexible con el uso de este recinto, en el que se han vuelto a pintar líneas amarillas para advertir a los conductores de que estos espacios no pueden utilizarse, sobre todo por la crecida de las mareas, que en muchas ocasiones provoca que algunos vehículos se queden atrapados por la subida del mar.

El aparcamiento que hay frente al Pavillón Municipal de Deportes, situado en Orillamar, tiene 275 plazas y el de Mollavao, en el que se suele instalar el circo, dispone de 185. Ambos solares no pertenecen al Concello, sino a la Dirección General de Costas. Son terrenos protegidos que Pontevedra quiere desafectar para poder mejorar estas instalaciones.

En paralelo a esta bolsa de aparcamiento, el Gobierno local mantiene plazas libres en algún punto del centro de la ciudad. Este tipo de puestos tenderán a desaparecer por dos motivos: la ampliación de las áreas peatonales y su sustitución por zonas de servicio, que implican que se no puede aparcar el coche durante más de 15 minutos, un tiempo que podría ampliarse con la nueva ordenanza de movilidad. El objetivo es que las plazas sean rotativas y que los ciudadanos que las utilicen puedan hacer sus recados.

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