El puente de la autopista sobre la ría de Pontevedra entra en obras. Audasa acaba de iniciar los trabajos para la sustitución de todo el faldón del viaducto, tanto del margen izquierdo como del derecho. La actuación se centrará, por tanto, en la parte inferior de esta estructura. El ámbito de actuación incluirá sus 700 metros, entre Mollavao y A Puntada.
Responsables de la concesionaria de la AP-9 confirmaron ayer a este periódico que la actuación cuenta con un plazo de ejecución de aproximadamente un mes y con un presupuesto de 279.000 euros, más IVA, por lo que el coste superaría los 337.000 euros.
Las mismas fuentes señalan tanto la complejidad como la envergadura del proyecto, que se circunscribe a labores de mantenimiento. El objetivo es prolongar la vida útil de esta infraestructura y, de paso, afianzar su seguridad.
La actuación se hará por fases y se contemplan obras nocturnas y posibles cortes en la autopista para evitar afecciones al tráfico
El inicio de las obras se sitúa en el barrio de Mollavao. La maquinaria pesada y las tareas que allí se realizan han obligado a cortar un ámbito que hay debajo del puente de la autopista, concretamente el área deportiva, que también se utiliza como parque improvisado.
Esta intervención ha requerido el visto bueno del Concello. El concejal de Obras e Mobilidade, Demetrio Gómez Junquera, informaba ayer de que los trabajos de "reparación" en la AP-9 mantendrán cerrado este ámbito del barrio, cercano a la Casa do Mar, durante cinco días. El motivo es evitar posibles desprendimientos y garantizar la seguridad de los vecinos y usuarios de las instalaciones sociosanitarias que hay en el barrio, en el que hay un importante trasiego debido al centro de especialidades médicas del Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra (CHUP).
Civis Global se encargará de la reforma para sanear la parte inferior del viaducto, que fue inaugurado en 1992 y no entró en servicio
Responsables de Audasa avanzan también que la actuación debajo del puente se hará por fases, diferenciándose tres ámbitos de intervención. El grueso de los trabajos, que irá acompañado de la instalación de plataformas colgantes, obligarán extremar los protocolos para evitar afecciones al tráfico. Por este motivo se prevén trabajos nocturnos, entre las diez de la noche y las seis de la madrugada.
Durante su ejecución se plantea también la posibilidad de cortar algún carril de circulación de la AP-9. Las restricciones se mantendrán el menor tiempo posible, según las mismas fuentes.
La empresa Civis Global se ocupará de la reforma para sanear la parte inferior del viaducto, que fue inaugurado en 1992 en medio de una gran polémica por su impacto. En 1993 entró en servicio.
