El nuevo emisario submarino que canalizará las aguas residuales de Pontevedra tardará algo más de lo previsto en entrar en funcionamiento. La última previsión de la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade apuntaba hacia el mes de abril; sin embargo, la infraestructura, valorada en doce millones de euros, tardará todavía unas semanas en iniciar su puesta en marcha.
Fuentes oficiales trasladaron a este periódico que el estreno "está pendiente de realizar la conexión entre la salida de la depuradora y la cámara de carga del nuevo emisario", donde se almacena agua para garantizar la presión en el desagüe.
Además, faltan por realizar "las pruebas de los automatismos y el ensayo de la calderería, para garantizar el correcto funcionamiento de la nueva infraestructura", añaden las mismas fuentes.
La previsión es comenzar con las pruebas de agua "en cuanto sea posible", si bien responsables de la Consellería inciden en que la obra también está condicionada por "la necesidad de suministro de muchos equipos y materiales", así como por "trámites de todo tipo", lo que impide todavía poner fecha a la entrada en funcionamiento.
Plan de saneamiento
El emisario, que cuenta con tres kilómetros de longitud, está enmarcado en el plan de saneamiento de la ría de Pontevedra. Un programa de actuaciones que, por ejemplo, también ha incluido la mejora de la Estación Depuradora de Aguas Residuales, EDAR, ejecutada por 16,5 millones, y que prevé continuar con la ampliación de esa misma depuradora de Os Praceres.
Esta última actuación está pendiente de iniciar la tramitación para licitar la elaboración del proyecto ambiental y del proyecto constructivo. El coste también está por perfilar, si bien Ence ha confirmado recientemente que mantiene su compromiso de aportar 15 millones para una obra que la Consellería considera necesaria e imprescindible.
No solo para aumentar la capacidad de tratamiento, sino para anticiparse a las nuevas exigencias normativas, que obligarán a eliminar el nitrógeno y el fósforo en la ría de Pontevedra, declarada zona sensible.
Las actuaciones hechas en materia de saneamiento han llevado a la Comisión Europea a cerrar el expediente de infracción que incoó hace casi dos décadas por el tratamiento de las aguas residuales en los municipios que integran la ría de Pontevedra. La cuantía de la sanción no llegó a ser cuantificado de forma absoluta pero, según informó la "popular", se estima que Bruselas podría haber impuesto una cuota de hasta diez millones de euros anuales hasta dar por resueltos los problemas de gestión de las aguas residuales de Pontevedra, Marín, Poio y Bueu.