¿Quién debe pagar el arreglo de la pieza escultórica de La Tertulia?

No fue más que un susto, pero la excarcelación del niño que el miércoles por la tarde quedó atrapado en una de las esculturas de La Tertulia ha abierto un escenario inaudito en el Concello: ¿quién pagaré el arreglo de la pieza a la que los Bombeiros cortaron medio brazo para liberar al menor? La respuesta a esta pregunta no es fácil y así lo puso de manifiesto este jueves uno de los bomberos presentes en el rescate, que aseguró que deberán ser los técnicos municipales quienes determinen si la reposición del brazo de la escultura de Valentín Paz Andrade la asumirán las arcas locales o los padres del niño.

Pero antes de despejar esta incógnita, el Gobierno local debe resolver una duda: si el conjunto que recrea las antiguas tertulias entre intelectuales en el Moderno es propiedad municipal. La escultura que preside la Praza de San Xosé, situada frente al emblemático Café, fue un regalo de la extinta Caixa Galicia a la ciudad. Se inauguró hace una década y en su puesta en marcha participó el Gobierno local, que se hizo cargo de los costes de la peana sobre la que se encuentran las figuras en bronce de Alexandre Bóveda, Castelao, Manuel Quiroga, Carlos Casares, Ramón Cabanillas y Paz Andrade. La entidad financiera se encargó del resto. Fuentes municipales señalaron el jueves a este periódico que lo más probable es que el Concello acabe corriendo con los gastos de la restauración del brazo de Paz Andrade.

El único requisito es que los servicios jurídicos den su visto bueno y que, por lo tanto, se descarte una hipotética negligencia de los padres del niño -de tres años- excarcelado.

PRECINTO. La extremidad del intelectual galeguista, que ejerció de político, poeta y periodista, entre otras actividades, fue trasladada al Parque de Bombeiros. Allí pasó unas horas hasta que la pieza pasó a ser custodiada por el servicio de Patrimonio del Concello, ubicado en la tercera planta del Teatro Principal de Pontevedra.

El conjunto escultórico de La Tertulia fue precintado parcialmente por la Policía Local, que rodeó con una cinta la escultura de Paz Andrade y cubrió con adhesivo aislante el brazo amputado de la misma. El suceso en cuestión siguió provocando gran expectación durante la jornada del jueves. De hecho, muchos viandantes quisieron comprobar el estado en el que quedó la estatua. Algunos, entre ellos niños, quisieron inmortalizar con una fotografía o un autorretrato aquel momento.

El agente municipal que resultó herido tras la excarcelación sufrió una "fuerte contusión". "Se encuentra bien. Está en casa", señalan desde la Policía Local.