"Reír todos los días de mi vida". "Bailar". "Ir a una discoteca". "Tener mucho amor". "Trabajar". "Que se respeten mis derechos".
Son solo algunas de las palabras que colgaban este miércoles del árbol de los deseos que el colectivo Amencer Aspace colocó en la Praza da Ferrería de Pontevedra y en la Praza de Galicia de Vilagarcía, con motivo de la celebración del Día de la Parálisis Cerebral, que se celebra el 6 de octubre. El objetivo, reivindicar sus derechos y lograr su "inclusión real" en la sociedad.
#DaleLaVuelta es el lema de una campaña promovida por el movimiento Aspace en todo el país que busca dar a conocer situaciones de vulneración de los derechos de las personas con parálisis cerebral. Así, las redes sociales se llenaron a mediodía del miércoles de fotografías al revés que pretendían llamar la atención sobre esta realidad. La iniciativa busca además que cada ciudadano se ponga en la piel de una persona con parálisis cerebral y se conciencie de los obstáculos a los que se enfrentan cada día.
"Hablamos de barreras arquitectónicas, pero también sociales. Por ejemplo, a nivel de ocio, o en los centros escolares, los niños en esta situación necesitan una persona de apoyo", explica Rosa Fernández, responsable de calidad de Amencer Pontevedra.
Usuarios de los centros de Educación Especial de Amencer en Lourizán, y Centro de Día de Adultos de Campolongo participaron en un acto con vocación de acercar a la ciudadanía los problemas a los que se enfrentan cada día.
Además de escribir sus metas y sueños en unos post it y pegarlos en un árbol de los deseos, los usuarios de Amencer leyeron un manifiesto con ayuda de un reproductor de voz en el que demandaban desde atención en todos los ámbitos, educativo, médico etc, durante toda la vida a una mayor coordinación entre servicios sanitarios y sociales; más investigación para determinar las necesidades reales de las personas con parálisis cerebral, acompañamiento social para la toma de decisiones de las personas que no pueden decidir por ellas mismas.
También reclamaron una especial protección de las mujeres con parálisis cerebral "porque se enfrentan a las situaciones de discriminación más graves, como la violencia de género o la intromisión en su vida íntima", leyó Sergio, uno de los jóvenes que acude al centro de día de Amencer en Pontevedra.
