Los controles de velocidad fijos (a través de cabinas), estáticos (ubicados en un vehículo o en un trípode) y dinámicos (en vehículos en marcha o en aeronaves) son las armas de las que disponen los agentes del Subsector de Tráfico de Pontevedra para luchar contra el principal causante de muertes en las carreteras de la provincia. "Si todos viajásemos a una velocidad adecuada podrían salvarse, según diversos estudios, hasta 400 vidas humanas al año". Juan José López Castro, teniente del Subsector de Tráfico de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra, puso de manifiesto la importancia de controlar a quienes pisan demasiado el acelerador en las carreteras con el fin de evitar accidentes. Castro recibió a Diario de Pontevedra durante una jornada de trabajo en el marco de la reciente campaña de vigilancia en carreteras secundarias que, bajo el paraguas de la Dirección General de Tráfico (DGT), llevaron a cabo un centenar de agentes en las vías convencionales de toda la provincia.
"Entre el 45 y el 55 por ciento de las denuncias que interponemos se deben al exceso de velocidad", relató López Castro.
Los dispositivos que establece la Guardia Civil de Tráfico en coordinación con la DGT se efectúan en los lugares en los que, estadísticamente, se registra un mayor índice de siniestralidad.
"Cada patrulla tiene encomendada un área de vigilancia asignada previamente, la cual se recorrerá al inicio de la jornada, a no ser que se presente alguna incidencia o que haya que proceder al relevo de alguna patrulla del turno anterior que se encuentre solventando algún incidente", explica el teniente, encargado de la coordinación de los 90 efectivos de Subsector de Tráfico y de varias unidades más de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra que forman parte del operativo.
LOS DESPLIEGUES. "Durante el transcurso del servicio se controlarán principalmente las infracciones de velocidad, los adelantamientos indebidos, la conducción bajo los efectos del alcohol o las drogas, el uso correcto del casco, el cinturón de seguridad y los sistemas de retención infantil, la utilización del teléfono móvil o el manejo de navegadores, así como la documentación del vehículo y del conductor", explica Juan José Castro, que hace hincapié en la presencia de personas sin ningún respeto por las normas de circulación y que continúan poniéndose al volante. "Vigilamos especialmente la figura del poliinfractor", añade Castro.
ALTA SINIESTRALIDAD. Aunque las cifras de accidentalidad, que en España fueron más elevadas de lo habitual durante los primeros meses del año, se han ido conteniendo últimamente, la Guardia Civil de Tráfico insiste en la necesidad de mejorar la seguridad en las vías secundarias.
En Pontevedra, las cifras son igualmente preocupantes: en los primeros ocho meses del año se registraron 17 fallecimientos, cuatro más que en el mismo período del año anterior.
Los responsables de la DGT en la provincia achacan el incremento al envejecimiento del parque móvil y al aumento en el número total de desplazamientos por carretera que se ha producido, según sus datos, en toda la provincia en os últimos meses.
"Debido a la alta siniestralidad de las carreteras convencionales, el mayor esfuerzo operativo se dirige hacia las mismas. La razón de nuestra presencia es concienciar a los usuarios del riesgo de una conducción al margen de las normas que regulan la circulación de vehículos", apunta el teniente López Castro.
LUGARES CONFLICTIVOS. Más de 900 personas fallecen cada año en los accidentes de tráfico que se producen en las carreteras convencionales de toda España, y Pontevedra no es una excepción. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha identificado varios tramos que considera peligrosos (en el momento actual son 30 en la provincia de Pontevedra, a los que se van añadiendo más o, en su caso, eliminando, en función de la siniestralidad en la zona).
"En los meses de julio, agosto y septiembre de 2015, el 33 por ciento de los accidentes se produjeron en los tramos identificados como peligrosos. La tipificación de estos tramos es el resultado de analizar el número de accidentes graves, con víctimas mortales o heridos que necesitaron hospitalización, el número de accidentes en general y la información de la velocidad media de circulación en esos tramos", explica el teniente del Subsector de la Guardia Civil de Tráfico de Pontevedra.
"En esta provincia se han identificado (y se hallan publicados a disposición de todos los ciudadanos en la página web de la Dirección General de Tráfico) 30 tramos. Singularmente, en el área de influencia de Pontevedra, destacan, de mayor a menor índice de riesgo, la VG 4.1 (Sanxenxo-A Lanzada), la N-550 (A Coruña-Tui) en su tramo entre Pontevedra y Pontecesures, la PO- 531 (Pontevedra-Baión, más conocida como carretera de Vilagarcía), la N-541 (Ourense-Pontevedra) y la PO-548 (entre Pontecesures y Vilagarcía)", subraya el mando del Instituto Armado. A estas vías habría que añadir la vía rápida que une Pontevedra y Bueu (entre Lourizán y Ardán), que ha sido escenario de accidentes de tráfico de cierta consideración casi desde que fue inaugurada, y la carretera vieja que une los términos municipales de Marín y Moaña por el interior.
ASÍ SE HACE UN CONTROL. Con los agentes del Subsector de la Guardia Civil de Tráfico de Pontevedra ya desplegados en el punto previamente acordado (de entre los citados anteriormente, que suponen un especial riesgo para los usuarios de la vía), comienza la aplicación del Plan Integral de Vigilancia. Las líneas que marca dicho plan imponen que, tras la detección de un vehículo que circula a una velocidad excesiva, por ejemplo, los guardias civiles tienen la obligación de pararlo e identificar a su conductor. A continuación le realizan la prueba de alcoholemia, y, si su comportamiento así lo aconseja, la de drogas, al tiempo que comprueban que su documentación está en regla.
"Con las nuevas medidas de gestión de la velocidad introducidas por la Dirección General de Tráfico, que persiguen reducir la siniestralidad en las carreteras, principalmente en las vías convencionales, se ha conseguido que los controles de velocidad sean más visibles, de muy corta duración y ubicados en múltiples emplazamientos. De este modo, su presencia servirá como medida de disuasión y prevención", apunta el teniente López Castro.
UBICACIÓN DEL RADAR. Los criterios para la ubicación de los radares (fijos, estáticos y móviles) son el resultado de aplicar la metodología basada en el número de accidentes y su gravedad.
"El mayor esfuerzo operativo ha de trasladarse en la provincia de Pontevedra a los 30 tramos publicados en la página web de la DGT.En esas zonas será donde seguro encontraremos los cinemómetros de la Agrupación de Tráfico, día sí y día también. Serán en dichos tramos de riesgo, y su objetivo final será disuadir al conductor, para que adopte una posición más reactiva", explica el teniente.
Sobre la reciente normativa que indica que deben estar señalizados, el especialista apunta que "se hallarán visibles, salvaguardando la seguridad del operador del radar".
Tras la conclusión de la campaña especial de vigilancia en carreteras secundarias (que siguió a la de control del consumo de alcohol al volante), las conclusiones que han sacado los responsables de la Guardia Civil de Tráfico son en general positivas, con algunos matices.
"A modo ilustrativo y como aspecto negativo, como consecuencia de nuestra vigilancia, nos sorprende la actitud de algunos conductores. El jueves pasado, por ejemplo, en la comarca de Pontevedra una patrulla de este Subsector, durante la ejecución de los dispositivos de alcohol/drogas en horario de tarde, sorprendió a cuatro conductores que circulaban con una tasa de impregnación alcohólica superior a la legalmente establecida, y otros cuatro que lo hacían con la presencia de drogas", explica el teniente López Castro, que añade que "de los ocho conductores anteriormente reseñados, tres de ellos no podían conducir al haber agotado su saldo de puntos".
Por el contrario, a nivel global las sensaciones fueron más propicias de lo que parece. "La parte positiva de la labor preventiva es que hasta este momento y durante la ejecución de esta campaña especial no tenemos que lamentar ningún fallecido en nuestro ámbito de competencia".
La jefa provincial de Tráfico, María Isabel Alonso de Linaje, declaró hace escasas fechas a este periódico que "uno de cada dos accidentes mortales ocurridos en nuestra red vial provincial en lo que llevamos de año se produjo en estos tramos identificados como peligrosos", a lo que añadió que "los índices elevados de peligrosidad aconsejan que la vigilancia de la velocidad se concentre, preferentemente, en estos tramos, sin excluirse el resto".
Citas:
Juan José López Castro Teniente de la Guardia Civil
La denuncia es una consecuencia de la vigilancia del cumplimiento de las normas, no un objetivo»
Con las nuevas medidas los controles son más visibles, más cortos y están ubicados en múltiples emplazamientos»
Lo deseable sería que no tuviésemos que denunciar a ningún conductor. Sería el mejor pronóstico para la seguridad vial»
La razón de nuestra presencia es concienciar a los usuarios del riesgo de una conducción al margen de las normas»
Si todos viajásemos a una velocidad adecuada podrán salvarse unas 400 vidas cada año»
Cada patrulla tiene encomendada un área para su vigilancia, a no ser que haya alguna incidencia»
La parte positiva de la labor preventiva es que durante la ejecución de esta campaña especial no tuvimos que lamentar ningún fallecido»
Diario de Pontevedra acompañó a un grupo del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil durante la campaña de vigilancia en carreteras secundarias que se desarrolló la semana pasada
