Los 500 paraguas que el PP repartió en precampaña hicieron falta, finalmente, este viernes -bueno, no todos-, porque la lluvia hizo acto de presencia justo en el colofón de una campaña electoral que tuvo su mitin de cierre en A Ferrería. Paraguas y chubasqueros para una lluvia intermitente que amenazó con aguar la fiesta, pero que finalmente solo obligó a apurar el plan previsto, lo justo para reducir la actuación de La mosca valiente y para que Ana Pastor se incorporase apenas cinco minutos tarde.
"¡Novia mojada, novia afortunada!", arengó la número dos, Pepa Pardo, media hora antes de lo previsto, tras unos momentos previos de reorganización de la logística prevista. "Vamos a empezar, es lo que hay". Tiró de dicho popular -nunca mejor dicho- y de superstición, al confesar que "este día nos pasó de todo, incluido que una gaviota me cagase encima". Todo queda en casa.
Al ritmo del Será por que te amo de Ricchi e Poveri, que puso a bailar al medio aforo que ocupaba la plaza, fue directa al estrado para ejercer de telonera y recordar las bondades de Domínguez frente a sus rivales. "Si votáis PSOE, los compravotos. Al BNG igual, porque los apoyan por sus sillas".
A continuación subió el alcaldable, quien no dejó a nadie, ni familia, ni amigos, ni compañeros, ni técnicos, sin su agradecimiento. "Se chove que chova! Si aguantamos a los del BNG en el Ayuntamiento, cómo no vamos a aguantar un poco de lluvia". Más aplausos, más paraguas. Tras recordar por qué se presentó, repasó uno por uno todos los puntos claves de su campaña, con sus correspondientes chascarrillos, memorizados tras 15 mítines durante estos 15 días.
Rafa Domínguez recordó que el modelo de ciudad de 1999 era ideal pero no el de "Reina Victoria", donde pretende celebrar su victoria electoral, ni el de las luces de Navidad, ni tampoco el tener las "parroquias abandonadas". Mencionó su proyecto de "abrir Pontevedra a la ría", al estilo de ciudades como A Coruña, Porto o San Sebastián, y para ello "vamos a exigir, aunque sea nuestro amigo, que drague la ría", en alusión al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, a quien sí le agradeció "logros como el Gran Montecelo".
Quiere una ciudad "que dé la bienvenida a la gente" y también "ser el alcalde de los que más lo necesitan. Nunca seré un buen alcalde si no cuido de quien lo necesitan". La generación de empleo o traer la Universidad "al centro de la ciudad", para el Hospital, en vez de "gente que son okupas y ratas", son otras de sus propuestas.
"El PP va a ganar las elecciones de calle pero no nos vale el sobresaliente, queremos la matrícula. Ningún partido [minoritario] va a sacar representación. Cualquier votó a ellos es un voto para Lores", advirtió. "¡Tú sí que vales!", le corearon sus correligionarios antes de que subiera Pastor al estrado y comparase al bipartito, en los últimos meses de mandato, con Pimpinela. Fue justo antes de acabar el mitin, que duró apenas 45 minutos, con el chaparrón definitivo.
