Rafa el Valenciano dominaba el Puerto de Marín a través de sobornos

El narcotraficante que atrapó la Policía de Pontevedra en Venezuela tenía 'en nómina' a guardias civiles para eludir el control aduanero
La droga incautada al grupo de Cencerrado se ocultó entre gambas
photo_camera La droga incautada al grupo de Cencerrado se ocultó entre gambas

Se repartían miles de euros por cada alijo de cocaína que entraba en el Puerto de Marín. Esa es la hipótesis que manejan las autoridades policiales en relación con las personas que facilitaban la introducción de la droga de la red liderada por Rafael Rubén Núñez Cencerrado, el narcotraficante detenido el jueves en Valencia (Venezuela) por agentes de la Comisaría de Pontevedra. Rafa el Valenciano, como le conocen en Galicia, huyó de España aprovechando su inmenso poder económico (haciendo uso de una identidad falsificada) tras conocer el fallo del TS en virtud del que debía pasar los siguientes 18 años entre rejas por liderar una de las mayores redes transoceánicas de tráfico de cocaína a través de contenedores.

Las cantidades que percibían por cada trabajo el subteniente Paco (Francisco Estévez, guardia civil en la reserva), el entonces jefe del destacamento del Instituto Armado en Marín, José Antonio Rodríguez Conde (que fallecería tiempo después en prisión), y otras personas que no pudieron ser identificadas eran migajas para Cencerrado, cuya organización criminal facturaba unos 30 millones por alijo. El Greco logró contrastar el modus operandi del grupo en 2011, con la llegada de 21.500 kilos de gambas congeladas que fueron trasladadas desde la dársena morracense a una nave industrial de A Coruña. Los agentes intervinieron la mercancía, que ocultaba más de 800 kilos de cocaína, y retiraron de circulación a los citados guardias, a empresarios y a otros miembros del grupo.

El Greco sabía que Rafa el Valenciano era el organizador del narcotransporte (de ese y de muchos otros), pero también de otros negocios con traficantes de las Rías Baixas. En uno de ellos entretejió el transporte, esta vez por tierra, de unos 70 kilos de droga que coló por el puerto de Valencia y que, vía Madrid, tenían por destino la provincia de Pontevedra.

El sistema utilizado para colar la mercancía era sencillo. El grupo de Cencerrado facilitaba al subteniente Paco los datos de los contenedores que ocultaban la droga en el puerto de Marín. Este se los hacía llegar a Rodríguez Conde, que hacía la vista gorda para permitir que el envío saliese hacia una nave industrial desde la que se distribuirían los estupefacientes.

La Policía mantiene que el grupo criminal introdujo grandes cantidades de cocaína empleando este modus operandi.