Rafa Vázquez, fotógrafo

"Comencé como fotógrafo en 1939"

MEMORIA ▶A lo largo de la historia nuestra ciudad nos ha dejado una serie de personas inolvidables. Presencias que cuando nos las encontramos en un periódico de hace unos años no podemos resistirnos a recuperar con un sentimiento entre la ternura y el agradecimiento por lo que han aportado a la sociedad. Rafa Vázquez es uno de ellos

Rafa Vázquez, toda una vida dedicada a la fotografía. MIGUEL VIDALRafa Vázquez González, conocido profesionalmente como Rafa protagonizaba en Diario de Pontevedra hace veinte años una entrevista firmada por otro nombre de referencia en el recuerdo de nuestra ciudad, Curro Volta, con motivo de una exposición que en el Pazo da Cultura de Pontevedra daba cuenta de su intensa y larga trayectoria.

A la hora de plantear esta página dudo si confeccionar un nuevo relato entre las preguntas y las respuestas, entre lo que uno plantea y el otro contesta, pero al poco de leer ambas direcciones entiendo que pocas actitudes más reveladoras del quehacer de ambos que respetar el trabajo y las opiniones de uno y otro. Curro Volta y Rafa Vázquez son esencia de Pontevedra, también de este Diario en el que ambos desarrollaron su trabajo que hoy recordamos desde el agradecimiento por ese compromiso que iba más allá de lo laboral, siendo parte de sus vidas.

C.V: ¿Cuántos años lleva haciendo fotografías Rafa?
R.V: Pues mira, desde el año 1939 o 1940, cuando terminó la Guerra Civil.

"Siempre digo que cuanto más festivo era el día, más tenías que trabajar"

Por su cámara habrán pasado cantidad de personas y de gentes de esta ciudad y personalidades de España y el extranjero, ¿verdad?
Muchísimas, desde luego. He sacado a personas de todo tipo de la vida política, deportiva y social; a Balduíno y Fabiola, al Rey, también cuando era Príncipe de España, a Franco y a diferentes autoridades locales.

¿Cuáles eran las mayores dificultades que tenía entonces para hacer aquellos reportajes gráficos?
El mayor problema, que en la actualidad no ocurre, es que las cámaras no tenían gran angular, lo cual limitaba el campo de acción de los fotógrafos y había que acercarse al personaje.

Bueno, no me refiero sólo a las dificultades técnicas, sino también a los permisos y autorizaciones oficiales propias de la época
Pues antes era más fácil hacerle una fotografía a Franco que hoy en día al Rey o al Príncipe. Te pedían la credencial, pero luego estabas a dos o tres metros de la persona y nadie te molestaba ni te decían nada. Hoy, en cambio, tienes que ponerte a 25 o 30 metros de distancia. Antes trabajar era más fácil.

Uno de los trabajos habituales de ustedes era el hacer fotos en la calle a personas que luego se las vendían en una tira de tres, ¿por qué tres precisamente?
Pues se debe a que la hoja de papel de copias daba tres tiras justo de tres fotos cada una. Así se cortaba para aprovecharla al máximo. En cuanto al precio, empezamos cobrando 1,50 pesetas la tira, hasta llegar a las 5 pesetas.

"Empecé cobrando cinco pesetas por foto, luego subieron a quince y ahora quinientas pesetas"

Los fotógrafos debían ganar poco entonces y tenían una vida muy sacrificada, ¿verdad?
Hombre, yo siempre digo que cuanto más festivo era, más tenías que trabajar. Lo mismo empezabas a las nueve de la mañana o antes, y hasta que oscureciera, ya que no había luz suficiente. Luego vino el magnesio-único medio válido para hacer fotos de noche- y más tarde el flash.

Un gran invento el flash.
Desde luego. Pero los primeros eran unos armatostes. Pesaban una tonelada. Ahora da gusto, son ligerísimos.

¿Recuerda cual fue su primera foto y para que medio la hizo?
Empecé en Faro de Vigo, y la primera foto que hice fue el día de Santa Cecilia, patrona de los músicos. Del año no me acuerdo.

Luego pasan unos años y usted llega a Diario de Pontevedra
Fue cuando murió Camilo Gómez, aunque yo ya había venido haciendo algunas fotos para el Diario, en el que estuve hasta que me jubilé. Debí estar unos 17 años.

"Antes era más fácil hacerle una foto a Franco que hoy al Rey o al Príncipe"

¿Cuánto más fácil es reproducir las fotos hoy en los periódicos?
Antes había que mandar la fotografía a Vigo para hacer un cliché de zinc, con lo cual era muy complicado tenerla en el día, lo que suponía uno de retraso en su publicación. Hoy, gracias a las técnicas y a los ordenadores, el sistema es súper rápido. Es muy facilito.

¿Debido precisamente a los avances técnicos, se publican ahora muchas más fotos que antes, lo cual ha revalorizado y dignificado la profesión de ustedes, que por otro lado muchas veces es arriesgada?
Pues fíjate; yo empecé cobrando unas cinco pesetas, luego subieron a quince, para pasar después a quinientas pesetas cada foto entregada al periódico.

¿Guarda muchos negativos en su archivo?
Curiosamente los de mis comienzos no los conservo. Empecé a hacerlo cuando un amigo me pidió una copia de una foto de su padre que ya había fallecido. A partir de entonces guardé todos los negativos.

¿Es usted de los profesionales que han quemado muchas cámaras a lo largo de su dilatada vida profesional?
No muchas. Siempre las cuidé. Es más, hubo una con la que trabajé unos treinta años.

Rafa tiene un hijo fotógrafo, con lo que la saga continúa. Pero al nieto, que es su chichi, ¿le gusta la fotografía?
No sólo le gusta, sino que además se le da muy bien. Puede llegar a ser un buen fotógrafo.

Comentarios