La tensa situación geopolítica generada por la invasión de Ucrania y el actual marco socioeconómico fueron los dos principales ejes sobre los que giró la conversación que protagonizaron este viernes los expresidentes del Gobierno Mariano Rajoy y Felipe González, en lo que es ya un clásico en el Foro La Toja-Vínculo Atlántico.
Durante cerca de una hora, repasaron el origen de la supremacía autoconcedida por Vladimir Putin, gestada en la extinción de la antigua URSS en tiempos de Boris Yeltsin. "En el año 1991 la Federación Rusa vivió una crisis de supervivencia, terminal, y EE UU, Canadá y la UE apostamos por estabilizarla, abrirle las puertas de la Otan, e intentar occidentalizarla", recordó Felipe González.
Rajoy suscribió las palabras de su compañero de tertulia al apuntar que "Angela Merkel hizo lo correcto, apostando por el comercio con Rusia y ahora la critican por apoyar a Putin. Su objetivo último era buscar el beneficio, una apuesta muy educada por las relaciones comerciales, aunque ahora se ha visto que no ha funcionado". En cualquier caso, subrayó que equivocarse es algo muy habitual y comprensible, "sobre todo entre los que tenemos o tuvimos responsabilidad de Gobierno", por lo que el siguiente paso, ahora, es poner coto a esta escalada. "Porque hay algunos que si no les paran los pies, acaban generando problemas infinitamente mayores", alertó.
A este respecto, indicó que "el mundo no se acaba en Ucrania, porque hay países que están en la Otan y otros que pueden estarlo".
"Reclamo un debate serio sobre qué Estado necesitamos y hacia dónde va la Unión Europea. Está bien que vengan de Europa a decirnos cómo hacer las cosas (como lo del CGPJ) pero los políticos tienen más necesidad que nunca de ponerse de acuerdo ante los regates que nos está marcando la situación", defendió Felipe González.
PACTO DE RENTAS. En cuanto a las consecuencias económicas de este escenario, ambos exmandatarios volvieron a coincidir en que es preciso aplicar medidas contundentes "y dejarse de demagogias y de populismos".
Defendieron la creación de un gran pacto de rentas, pero dejando a un lado a sindicatos y patronal y sentando en la misma mesa a políticos, técnicos y expertos, "como el gobernador del Banco de España".
González aseguró que " hoy más que nunca hay que recuperar un pacto del estilo de La Moncloa, con políticas fiscales eficaces, y no disparar como Pancho Villa cada uno por su lado. Y ya verán cómo los sindicatos y los empresarios se ponen rápidamente de acuerdo cuando el Estado aporte el dinero".
Rajoy corroboró que "es importante escuchar de vez en cuando al gobernador del Banco de España" y reclamó la implicación de la Unión Europea, "porque es importante que se dé cuenta de la situación y haga un esfuerzo".
Recordó el éxito del pacto de rentas suscrito en España en 2012, con una vigencia de tres años, "que nos dio crédito y prestigio" e insistió en el consenso. "Esa debe ser la prioridad en la lucha contra la inflación, porque o repartimos los costes o acabamos todos a bofetadas. Las huelgas de González serían un chiste al lado de eso".
El popular añadió que "vamos caminando a un modelo fiscal Frankenstein, un poco de cada lado. Ponemos a Perón y Robin Hood y parece que ya se ha resuelto el problema" y atacó las últimas medidas fiscales del bipartito. "Un Gobierno debe intentar sumar, llegar a un objetivo claro que coincida con lo sensato y lo moral. El objetivo no es acabar con los ricos, sino acabar con los pobres. Lo demás es una demagogia que no conduce a ningún sitio".
