Las Ruinas de Santo Domingo se reabren al público tres años después

Durante este tiempo, las visitas al edificio gótico de Pontevedra estuvieron suspendidas a raíz de las obras de restauración de varios elementos arquitectónicos

Las Ruinas de Santo Domingo han quedado nuevamente abiertas al público tres años después de que se suspendiesen las visitas a raíz del desprendimiento de un capitel en uno de los cinco ábsides de este edificio gótico. Durante este tiempo se han realizado trabajos de consolidación en varios elementos arquitectónicos, como el rosetón situado en un muro lateral.

"Para el Museo es muy satisfactorio que se reabra porque es nuestra cuna", ha explicado el director del Museo de Pontevedra, Carlos Valle, con motivo de su visita al recinto acompañando al diputado provincial de Cultura, Xosé Leal. "Aquí está el origen y el desarrollo del Museo, que es lo que es gracias a las personas que crearon la Sociedad Arqueológica de Pontevedra y fueron capaces de enfrentarse al poder político a finales del siglo XIX para mantener esto, que era de todos", ha añadido.

Precisamente, Xosé Leal ha destacado que la rehabilitación de este "espacio emblemático" ha sido un trabajo "bien hecho" y que la "larga espera" hasta su reapertura "va a servir para que la gente pueda disfrutar de estas ruinas de la mejor manera".

Las visitas se suspendieron a raíz de la caída de un capitel en uno de los cinco ábsides

Carlos Valle ha precisado que, a consecuencia de la caída del capitel, fue necesario "hacer un análisis minucioso de la situación del edificio" para averiguar las causas del desprendimiento. Tras el informe de la Comisión de Patrimonio, a la que pertenece el propio director del Museo de Pontevedra, se contrató la intervención a la empresa A Citania, que transcurrió de forma "lenta", ha añadido Valle.

"Durante esa intervención se detectó que los elementos del rosetón tenían desajustes que invitaban a pensar que podía haber desprendimientos", ha precisado Carlos Valle para justificar una segunda fase de las obras, a cargo de Construcciones Abal.

El director del Museo ha elogiado la "alta cualificación profesional" de las empresas pontevedresas que realizaron sendas actuaciones, por su capacidad para "anticipar problemas" en la estructura y la conservación de este inmueble.

Valle ha señalado que el edificio "sufre porque está disminuido", ya que solo se conservan la cabecera y el hastial sur, puesto que el Instituto Valle Inclán se construyó en el lugar que ocupaban parte de la iglesia y del convento dominico. A esto se suma que sus elementos están "a la intemperie", sometidos a las inclemencias meteorológicas que acentúan su deterioro.

Hasta el 11 de septiembre, estos vestigios podrán visitarse gratuitamente

HISTORIA. Las obras del templo se iniciaron en 1383 y continuaron durante el siglo XV. El convento se cerró en 1836 y tuvo varios usos, desde cárcel para mujeres hasta hospicio y escuela infantil, pasando por alojar dependencias del ayuntamiento. Entre la década de 1860 y 1870 se derribaron varias estructuras, pero la actuación de la Sociedad Arqueológica de Pontevedra —"creada para salvar lo que quedaba", ha resaltado Valle— evitó que desapareciese por completo.

Pese a todo, las Ruinas de Santo Domingo fueron declaradas Monumento Nacional en 1895, siendo "el primero en la provincia de Pontevedra" que consiguió esa catalogación, ha destacado el director del Museo.

Hasta el 11 de septiembre, estos vestigios podrán visitarse gratuitamente de martes a sábado de 10.30 a 12.30 horas y de 17.30 a 20.30 horas, además de los domingos y festivos entre las 11.00 y las 14.00 horas. También habrá visitas guiadas de martes a sábados a las 10.30, 12.30, 17.45 y 19.00 horas, siendo los domingos y festivos a las 12.30 horas.

Carlos Valle calcula que, cuando los seis edificios de los que consta el Museo de Pontevedra estén "a pleno rendimiento" una vez que concluyan las tareas de reorganización de los fondos, el número de visitantes alcanzará las 200.000 personas al año.

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