La Agencia Tributaria desacelera notablemente su recaudación en Pontevedra por primera vez en los últimos tres años, después de que en el 2022 y en el 2020 se batiesen todos los récords de ingresos en la oficina local de Hacienda.
Aún así, lo recogido por el pago de tributos no ha dejado de crecer desde el estallido de la pandemia. Con los datos oficiales cerrados hasta el pasado mes de abril, la caja fiscal en la delegación pontevedresa ascendía ya a 490,8 millones de euros.
La cantidad es un 51,8% mayor que la obtenida durante el mismo período de 2020, y está un 26,4% por encima de los 391,8 millones de euros logrados en los cuatro primeros meses del ejercicio de 2021.
Sin embargo, entre enero y abril del año pasado la recaudación fue prácticamente la misma, concretamente 468,8 millones de euros, lo que se traduce en un crecimiento próximo al 3% en el arranque del 2023. Es decir, sensiblemente por debajo de lo que venía siendo habitual, lo que se convierte en un claro indicador de la ralentización económica.
Fundamentalmente, la responsabilidad de que esto suceda recae en la caída del consumo. El impuesto que grava las compras y ventas diarias en estos cuatro meses, el Iva, acopió un total de 239,2 millones de euros de ingresos brutos en la oficina tributaria de Pontevedra. En el mismo periodo del año pasado, se habían generado casi 243 millones.
La caja fiscal de la delegación de Hacienda en Pontevedra recaudó hasta abril 490,8 milllones de euros
Frente a esta contracción de la fiscalidad, relativa al consumo, los pagos de las entidades sociales y jurídicas, es decir, el impuesto de sociedades y el de la renta sobre las personas físicas, han seguido creciendo. Este año, el IRPF lleva recaudados hasta el pasado abril 200,9 millones de euros en Pontevedra, mientras que en el mismo tiempo de 2022 fueron 183,5. Y el tributo de obligado pago para las empresas llega hasta los 39,3 millones abonados hasta el pasado mes de abril, a partir de los 32 millones que hacienda había cosechado en el mismo plazo de 2022.
Con el coste de la vida todavía disparado, y los tipos de interés situados en el 3,75% y pendientes de que el Banco Central Europeo los suba nuevamente hasta el horizonte del 4% en un intento de contener la inflación, la recaudación de la oficina local del fisco está siendo ahora un 30% mayor que la de 2019, último año antes de que la pandemia alterase toda la economía, zarandeada hace otro año y medio por la guerra de Ucrania.
Entonces, en el arranque del 2019, el Iva estaba recaudando 197 millones de euros. Este año, la recaudación se aproxima a los 240. El IRPF ha pasado de mover 151 millones en los cuatro primeros meses del año a estar ahora situado por encima de los 200 millones, y el impuesto de sociedades ha saltado desde los 25 millones del 2019 a los 39 de este inicio del año.
En toda España, los ingresos tributarios han mantenido su línea ascendente en el primer cuatrimestre de 2023, aunque el ritmo de crecimiento es ahora tres veces inferior al que mantenían el pasado año. La recaudación de Hacienda en el conjunto de 2022 subió el 14,4%. En los cuatro primeros meses de este año, el incremento se reduce al 5,5%.
De nuevo la inflación, a juicio de los economistas, es el factor determinante en estos mayores ingresos, fundamentalmente en el Iva. La recaudación por este impuesto sube ahora un 5,9%, a pesar de haber tenido que encajar una merma de 254 millones de euros por la rebaja del Iva de determinados alimentos y otro recorte de 378 millones por la rebaja del Iva de la luz y del gas al 5% . La rebaja del Iva de productos higiénicos femeninos y anticonceptivos ha restado otros 4 millones a la recaudación. En Galicia, los ingresos aumentaron un 5,5% en el arranque del año.
