Ni la crisis del consumo, ni el galope de la inflación han detenido el ritmo de la recaudación en la delegación local de Hacienda, que el último mes ha crecido más de un 14% con respecto al mismo periodo del año anterior.
La oficina tributaria pontevedresa se embolsó el pasado septiembre 48,8 millones de euros. El mismo mes del año 2022 lo recogido en la bolsa de la agencia fiscal de Pontevedra fueron 42,7 millones. En el impuesto de la renta sobre las personas físicas, por los 17,2 millones de euros recaudados en septiembre de 2022, se han embolsado este año 19,7. Y el tributo que graba más directamente el consumo, el IVA, recogía el pasado septiembre 25,4 millones de euros en Pontevedra, frente a los 21,8 que había recaudado un año antes.

El comportamiento de las empresas en su tributación es muy parecido. El último mes computado por Hacienda, el impuesto de sociedades generó unos ingresos brutos en Pontevedra de 2,1 millones de euros. En septiembre de 2022, las empresas habían dejado en las arcas del fisco local 1,7 millones.
El comportamiento de septiembre, además, sigue el mismo patrón de agosto, cuando los ingresos totales de este año superaron ligeramente los 110 millones de euros, frente a los 106 millones que se habían recogido en las arcas de hacienda en Pontevedra en agosto de 2022.
No ocurrió lo mismo este verano con el impuesto sobre valor añadido. El pasado agosto recaudó 26,8 millones en Pontevedra, mientras que hace un año la recaudación fue de 28,6.
El tributo que grava la actividad de las empresas es otro de los que no dejan de crecer. El pasado mes de agosto la oficina local local del fisco ingresó 57,5 millones por este concepto, mientras que en agosto del año pasado los ingresos brutos por el mismo impuesto fueron de 53,1 millones.
El año 2023, azotado por la inflación y la caída del consumo, fue el primero de los últimos tres ejercicios en el que la Agencia Tributaria desaceleró su recaudación en Pontevedra, después de que en el 2022 y en el 2021 se batiesen todos los récords de ingresos en la oficina local de Hacienda. De hecho, lo recogido por el pago de tributos no ha dejado de crecer desde el estallido de la pandemia.
Esa desaceleración, sin embargo, afectó únicamente al primer trimestre del año, ya que desde el pasado mayo el fisco sigue rompiendo marcas en la Boa Vila. Hasta el pasado abril, la recaudación fiscal fue ligeramente menor (apenas un 3%) a los 491 millones recogidos en ese mismo período de 2022. Pero ese año la cantidad había sido un 51,8% mayor que la obtenida durante el mismo período de 2020, y estaba un 26,4% por encima de los 391,8 millones de euros logrados en los cuatro primeros meses del ejercicio de 2021.
Fundamentalmente, la responsabilidad recae en la caída del consumo. Pero en los últimos meses los economistas hablan ya de un enfriamiento de los créditos empresariales y también de los hipotecarios en el sector bancario que estaría comenzando a notarse en las cifras de recaudación fiscal.