"Recibimos más de 900 demandas en 15 días y con necesidades básicas y urgentes"

Teresa Álvarez Quicler, presidenta comarcal de Cruz Roja en Pontevedra, explica que la ONG ha recibido un repunte devastador de peticiones de ayuda durante la crisis sanitaria
Teresa Álvarez. DP
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DESDE EL 14 DE MARZO, cuando se decretó el estado de alarma debido a la pandemia del coronavirus, Cruz Roja Pontevedra atendió a más de 3.460 personas en la comarca a través de 4.014 intervenciones, una cifra muy superior a la que la ONG contabilizaba antes de esta crisis. La presidenta, Teresa Álvarez, explica que incluso ha cambiado el perfil de las personas necesitadas, pues además de cubrir los aspectos básicos, durante el confinamiento Cruz Roja se ha dedicado a servir de puente entre familiares, asesorarles en la gestión del Erte u ofrecerles compañía telefónica a través del voluntariado.

¿En qué medida se ha incrementado el número de personas que han necesitado asistencia de la ONG durante la crisis del coronavirus?

Desde el pasado 14 de marzo y hasta la fecha, tras la puesta en marcha del Plan Cruz Roja Responde, la Organización ha podido atender, gracias al respaldo de la sociedad pontevedresa, a más de 3.460 personas en la comarca a través de 4.014 intervenciones integrales en ámbitos transversales de emergencias, salud, inclusión social, educación y empleo y con el apoyo de 150 voluntarios de nuestro entorno. Y más de 4.000 llamadas de seguimiento telefónico. Para alcanzar esta magnitud, ha sido clave la masiva implicación de la sociedad: empresas, administraciones públicas, medios de comunicación, instituciones, socios de Cruz Roja, y miles de ciudadanos anónimos. Esta atención ha ido desde seguimiento telefónico y asesoramiento hasta la entrega de alimentos, gestiones de medicación o formación a la población.

En muchos casos las personas que han pedido ayuda nunca antes la habían necesitado.

Hemos realizado por un lado la atención a los colectivos con los que ya trabajábamos y que presentaban un alto grado de vulnerabilidad, pero a mayores hemos activado nuestras líneas telefónicas de ocho de la mañana a ocho de la tarde para atender las demandas nuevas de la población, y aquí la respuesta ha sido abrumadora, recibimos más de 900 demandas en la comarca en 15 días y con necesidades básicas y urgentes.

¿Cuáles son las principales carencias de estas personas?

Principalmente han sido personas que se han quedado sin trabajo, que estaban pendientes de cobrar el Erte o que estaban en trabajos más precarios y que ni siquiera podían acceder a esta prestación. De la noche a la mañana se encuentran con que no hay ingresos y tienen que mantenerse con los ahorros de los que puedas disponer, y en muchas familias el ahorro no ha sido posible porque nunca han tenido suficiente para ello. Por otro lado, nos hemos encontrado con personas que necesitaban un apoyo más social: para contactar con familiares y comprobar que estaban bien porque no cogían el teléfono o para que les lleváramos una medicación de la farmacia o del hospital, mayores para que les hiciéramos la compra o para llevarles una muleta o una silla de ruedas, madres que no podían hacer los deberes con sus hijos porque no tenían tablet o conexión a internet o personas sin hogar sin un recurso al que acudir.

¿Ha cambiado el perfil de las personas necesitadas?

Sí, ha cambiado, porque las necesidades también son otras, nos hemos dedicado no sólo a cubrir necesidades básicas de alimentación, sino también a servir de puente entre familiares, asesorarles en la gestión del erte, ofrecerles compañía telefónica a través de nuestro voluntariado y sus llamadas… ha sido muy diversa nuestra atención pero muy social y a cobrado muchísimo sentido nuestro lema de estar cerca de las personas.

¿Ha habido algún concello de la comarca en el que se haya notado más el repunte de casos?

En la comarca de Pontevedra y por población hemos atendido sobre todo a gente de Pontevedra y sus concellos limítrofes, pero también hemos llegado al rural y a las parroquias.

Según los datos que maneja, ¿qué crisis ha sido más devastadora, la de la covid-19 o la económica de 2008?

Suponemos que esta crisis a nivel económico todavía está empezando, lo que viene, pues bueno, ya se verá. Pero organizativamente estos dos meses han sido mucho peor en el sentido de que todo fue muy rápido, con muchas limitaciones, de personal, de movimiento y para disponer de recursos. Y no hubo nada con lo que se haya podido comparar, todo vino de golpe, la gente necesitaba alimentos ya, personas sin hogar en la calle, medicaciones, el tema educativo… y se ha atendido a mucha gente en muy poco tiempo.

¿Cómo se presenta el futuro?

El futuro se presenta con mucho trabajo y esperanza, y ante el creciente impacto económico de esta crisis y el previsible incremento de las situaciones de precariedad en la ciudad, consideramos necesario ampliar y reformular nuestra intervención con el Llamamiento Cruz Roja Responde Recuperación para llegar a más personas y durante más tiempo. Con la ampliación de este plan, pretendemos incrementar y reforzar nuestros programas y mecanismos de actuación, ajustando la intensidad y pesos de la intervención para apoyar la recuperación de la sociedad mediante una respuesta integral desde todas sus áreas de conocimiento. El Plan Cruz Roja Responde Recuperación, que dio comienzo a finales de mayo, tendrá una duración de siete meses y durante ese periodo se espera atender a más de 4.500 personas vulnerables.

"En estos meses más de 200 personas se ofrecieron para ser voluntarios de Cruz Roja"

Con el aumento de casos, se requieren también más voluntarios para ayudar a Cruz Roja a desarrollar esta labor tan necesaria. ¿Ha habido implicación de la ciudadanía a este respecto?

Nos quedamos un poco abrumados al principio, porque empezaron a llegar solicitudes de voluntariado en forma de mails, llamadas, por el Facebook, por la web, al mismo tiempo que nos llegaban las demandas en aumento también nos entraba la corriente de solidaridad y mucha gente que quería colaborar. En estos meses más de 200 personas plantearon su disponibilidad y a partir de ahí comenzó un trabajo de organización, porque tenían que realizar una formación online y no pertenecer a colectivos especialmente vulnerables a la covid. Y al final participaron más de 150 personas, que llamaban por teléfono, entregan alimentos en domicilio, que ayudaron a montar el albergue provisional y luego estuvieron atendiéndolo, que hicieron recados a nuestros mayores, que repartieron más de 200 entregas de material escolar de sus centros educativos a los niños, que les hicieron apoyo escolar on line... Pero además, donaciones de empresas que han querido mostrar su solidaridad con nosotros, entregando alimentos, tablets para los niños, material de prevención, donativos...

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