Recogen firmas en el CEIP A Xunqueira 2 para evitar que se reunifiquen dos aulas

Como un jarro de agua fría. Así cayó el pasado miércoles, en pleno fin de curso, el comunicado remitido por Inspección educativa al CEIP A Xunqueira 2 en el que se anunciaba la supresión de una unidad en Educación Infantil para el próximo curso, que se sumaría a otra ya eliminada anteriormente. Este hecho obligará a reunificar dos aulas de 5º de Infantil, que este curso sumaban 26 alumnos (dos de 13), pero que a partir de septiembre se quedarán en 25, por lo que se respeta la ratio máxima establecida. 

Pero las familias consideran que este hecho se traducirá en una merma en la calidad educativa, pues la atención no puede ser la misma a 13 niños de cuatro años que a 25. Así, han iniciado una campaña de recogida de firmas para mostrar su desacuerdo con la decisión, aunque admiten que, con la ley en la mano, se cumplen las ratios establecidas. También han instalado una pancarta en el acceso al colegio para protestar contra los recortes en la educación pública.

La mala noticia llegó el 22, sin esperar al cierre del plazo definitivo de matrícula, porque una de las consecuencias inmediatas es que una de las profesoras, ya con plaza definitiva en este centro, deberá participar en el concurso de traslados.

Esta supresión, explicó el equipo directivo del centro, supone que "agora, por catálogo, pasamos de cinco a catro aulas en Infantil". Simplemente "fan números" y las ratios, se cumplen. "De feito daríanos para ter unicamente tres unidades, porque non contemplan nada máis que os números. Poderiamos estar peor", admite.

La primera consecuencia fue que una profesora, con plaza fija, será desplazada a otro centro

En 6º de Infantil habrá 25 alumnos; en 5º, 25 al perder uno, y en 4º, los que iniciarán su escolarización en septiembre, serán 24. El centro tuvo que decidir en cual de estos dos cursos se realizaba el desdoble. Y apostó por los pequeños, de tres años, pues además de la cuestión meramente educativa se suma la adaptación al colegio y la falta de control de esfínteres en muchos casos. Así, habrá dos aulas de 12 niños cada una.

De este modo, la peor parte se la llevan los de cuatro años, los que iniciarán, reunificados, 4º de Infantil. La dirección del centro transmite todo su apoyo a la movilización de las familias. Aunque admite que es difícil que consigan su objetivo con la protesta, como mínimo, ayuda a visibilizar la situación.

NECESIDADES ESPECIALES. La principal preocupación de las familias afectadas es que la calidad educativa se verá irremediablemente mermada, porque a la ratio máxima por aula (25) se suma que varios de estos niños tienen necesidades educativas especiales y otros son "moi inquietos".

"A calidade da educacion nestas idades significa que unha persoa poida saír adiante ou non", subrayan las familias

"É imposible facer o mesmo con 13 que cun grupo de 25 e non nos van poñer tres coidadoras. Vai rebaixarse a calidade porque temos unha profe que non para e agora será imposible". El trabajo "bestial" de la docente, que se tradujo en una "calidade fantástica" y en una atención individualizada, no podrá repetirse el próximo curso. "Queremos igualdade de oportunidades. Pedimos un esforzo para manter a calidade con equidade. Non queremos que os nosos fillos sexan uns privilexiados, pero si un pouco de consideración. Con varios casos de necesidades especiais e algún TDA, como se atende isto?". Algunas de las familias enviaron correos a Inspección con la idea de plantear el asunto en la Xefatura Territorial de Educación si los inspectores no respondían. Otras fueron más allá, con escritos, pancarta y recogida de firmas.

Admiten que el centro "ten as mans pilladas", pues "non pode suprimir a unidade en tres anos, pero entristécenos que vaian estar peor atendidos" y aunque no tienen demasiadas esperanzas, "polo menos queremos intentalo. A calidade da educación nestas idades significa que unha persoa poida saír adiante ou non".