No fue la primera vez ni será la última en la que agentes adscritos a la operación Ocon Sur, el mando operativo de la Guardia Civil que, desde varias provincias andaluzas, planta cara al tráfico de hachís en el Estrecho, acude a Galicia para investigar. Su hilo siempre es el mismo: la fabricación de lanchas rápidas para el transporte de drogas a través del Estrecho. Lo ocurrido esta semana va en la misma línea. Una macrooperación desarrollada desde un juzgado de Málaga y con detenidos en Algeciras y el Campo de Gibraltar (26 por el momento) llevó a los guardias a pedir apoyo en la Comandancia de Pontevedra para registrar cuatro naves industriales de la ribera del río Miño, en las localidades de Tui y Salceda de Caselas. Todas ellas llevan tiempo en el foco no solo de la Guardia Civil, sino también de la Policía Nacional, por su posible relación con la construcción y pertrecho de planeadoras para distintas organizaciones de traficantes, la mayor parte de ellas del Sur de la Península. Eso es lo que buscaban los agentes: relacionar las gomas interceptadas en distintos alijos con sus fabricantes, algo que deberán determinar las pesquisas que se abren a partir de ahora en una operación plenamente abierta. Por el momento, ninguno de los responsables de los astilleros pontevedreses ha sido arrestado, aunque no es descartable en las próximas horas.
La operación policial, denominada Preticor, se llevó a cabo de forma simultánea en Cádiz, Málaga, Granada, Almería y Pontevedra, si bien la mayor parte de las detenciones se llevaron a cabo en el Campo de Gibraltar y uno de los principales investigados arrestados es de Málaga. La operación comenzó hace varios meses, cuando se intervinieron varios alijos de hachís en las costas de Almería, lo que permitió a la Guardia Civil seguir la pista del entramado de la organización.
La actuación de este jueves, en la que participaron agentes de los Grupos de Acción Rápida (GAR) del Instituto Armado, permitió desarticular la red e intervenir bienes patrimoniales, entre ellos viviendas, vehículos, armas y dinero. Los cabecillas de la organización fueron detenidos en el entorno rural de Bolonia, en Tarifa (Cádiz).
Al mismo tiempo, la Brigada Central de Estupefacientes arrestaba en otro operativo a El Pantoja, uno de los capos del hachís en Andalucía.
