Continúan bajando turbias las aguas por Manuel Quiroga. Cada intervención de los dos aspirantes a presidir el Casino, lejos de apaciguar los ánimos, aviva los reproches de un nudo gordiano de incierto horizonte. El último en saltar a la palestra fue ayer Alejandro Regueiro, quien dejó claro su malestar por las formas de Jaime Olmedo, "al atribuirse funciones que no le corresponden".
El aspirante entiende que tras el empate a 458 votos registrado el pasado 28 de septiembre (una situación tan inédita que ni se contempla en los estatutos) lo que procedía era repetir tan solo la votación y no todo el proceso electoral, como propone quien presidió la sociedad durante los últimos ocho años. También sostiene que ni Olmedo ni sus compañeros de directiva ostentan ya cargo alguno en el Casino, ni tan siquiera en funciones, pues esa condición expiró tras el recuento de votos.
Regueiro y sus compañeros de candidatura opinan que se debería haber convocado una asamblea extraordinaria de socios para que éstos promoviesen una junta gestora provisional. "Es inadmisible que se usurpe la capacidad de decisión de los socios", en referencia a la convocatoria de nuevas elecciones para el próximo mes. "La última junta directiva está siendo juez y parte en el proceso".
Reconoce, no obstante, que la inusual situación que se ha creado en el Casino se abre a distintas interpretaciones, aunque no comparte "la decisión unilateral" de su rival, "lo que supone una falta de respeto a los 919 socios que acudieron a las urnas el día 28".
Al mismo tiempo, acusa a la otra candidatura de utilizar información personal de los socios (como sus correos electrónicos) con fines electorales, una maniobra que incumpliría la Ley de Protección de Datos.
Sobre su rechazo a la propuesta de fusión planteada por Olmedo, Alejandro Regueiro explicó que "somos un equipo unido, con un programa propio y por eso no contemplamos en ningún momento la posibilidad de dividirnos", pues podría entenderse como una falta de proyecto y una inseguridad, "y parecería un juego en el que se quiere ganar a toda costa".
El aspirante y su equipo se sienten respaldados por una gran parte de los socios, por lo que les animan a todos a participar "en el proceso que se nos ha impuesto unilateralmente". No obstante, han promovido una recogida de firmas para hacerle llegar a Jaime Olmedo y su equipo el desacuerdo de la masa social con las últimas decisiones adoptadas.
Paralelamente, varios círculos del Casino coinciden en afirmar que se está gestando una tercera candidatura, liderada por una persona muy afín a Jaime Olmedo.
